Foto "Manuel Arango Riego. Preso político del PCE(r). Libertad ya! enfermo grave". |
Cartas
desde prisión
Manuel
Arango Riego
LA GUERRA DEL ESTE DE EUROPA.
“Si no se logra parar a los fascistas en el Donbas y en Ucrania, lo cual no es otra cosa que la agresión militar Otanista abierta contra Rusia, una agresión que ya han planificado en todo sus detalles y que con el golpe de Estado en Ucrania cierra el cerco y prepara las condiciones para las operaciones políticas, financieras y militares de mayor envergadura contra Rusia”
M.P.M. (Arenas), Junio 2015
“La guerra del Este de Europa”, como así la reconocen portavoces de las potencias imperialistas, sube de intensidad continuamente y con ella se produce un avance cualitativo hacia la tercera guerra mundial, que vienen desarrollado las potencias imperialistas después de 25 años de conflictos bélicos desde la segunda guerra del Golfo en 1990.
El Plan central de los imperialistas en esta “guerra del Este de Europa”, dirigida a la sojuzgación de Rusia, es un muy viejo objetivo del imperialismo, que comenzó a concretarse inmediatamente después del triunfo de la revolución de Octubre; desde aquella, tanto la Unión Soviética antes, como Rusia ahora, han estado sometidas a una estrategia de agresiones y de cerco continuo.
Los imperialistas estuvieron cerca de lograr su objetivo durante el periodo de régimen Yeltsinista (verdadero títere de los imperialistas), durante el cual se estaba descuartizando y desangrando a Rusia.
Pero esta dinámica de avasallamiento de Rusia fue frenada desde el nacionalismo Burgués ruso, reagrupadas sus fuerzas, se hizo con el poder en este país. A partir de ahí, comienza una renovada escalada de las agresiones y del cerco por parte del imperialismo coaligado, que no dudó en incluir en esta escalada, como muestra de declaración de guerra y del alcance de sus intenciones, el hundimiento por sabotaje del submarino nuclear “Kursk”, buque insignia de la marina de guerra rusa y el más moderno y poderoso del mundo en su género.
En muy pocos años, esta “guerra del Este de Europa”, verdadero despliegue al mismo tiempo de varios tipos de guerras (militares, políticas, económicas, etc.) iba a superar en bastantes campos las intensidades de la agresión que el imperialismo internacional había desplegado durante el largo periodo de la “guerra fría”; no en vano, como había declarado ya en los años 90, el jefe del estado mayor del ejército de EE.UU.: “la conquista de Rusia bien merece, por sí sola, una tercera Guerra mundial”.
De ahí que ahora, junto al famoso “escudo antimisiles”, desplegado en diversos países, incluido en el Estado español, que apunta directamente sobre Rusia y otros países del Este de Europa, existan todo un conjunto de cercos combinados que van más allá de ser exclusivamente de carácter militar: el cerco desde el Cáucaso y Turquía, el cerco desde Finlandia y las repúblicas Bálticas, el cerco desde Ucrania y Moldavia; todo ello reforzado –según lo denominan los mismos militarotes yanquis- por el “segundo cinturón exterior perimétrico”, que lo conforman algunas repúblicas del ex campo de los países socialistas (como Polonia, Rumanía y Hungría); todo ello, a la vez, bajo la cobertura de la OTAN y del apoyo militar de la U.E.
Capítulo especial de esta estrategia de cercos combinados, representa ese tipo de conflictos bélicos fomentados y apoyados por el imperialismo en lugares como en Chechenia en la región del alto Karabaj (entre Armenia y Azerbayán), Georgia, etc., cuya finalidad es desestabilizar a Rusia y establecer aparatos militares de agresión inmediata, donde se puedan conformar verdaderas avanzadillas y “cabezas de puente” para la infiltración, el sabotaje y el asalto.
Pero no acaba aquí tan vasta maquinaria de agresión, ya que a todo lo anterior se ha venido uniendo la realidad de que no pocos de los conflictos bélicos fomentados o directamente desencadenados por las potencias imperialistas de diversas áreas (Balcanes, próximo y medio oriente, Magreb, África, etc.); aparte de ser utilizados para someter a vasallaje (“Balcanizar”) a regiones enteras, hayan sido planificados para reforzar ese conjunto de cercos y aislar a Rusia: eliminar su influencia en esas zonas y liquidar sus relaciones de todo tipo.
Aún con todas las diversas modalidades en las que se vienen articulando las agresiones, los imperialistas coaligados y, sus socios han puesto en marcha también los embargos y bloqueos comerciales, los sabotajes económicos y los chantajes de diverso tipo contra Rusia y sus aliados.
Estamos, por tanto, frente a una extensa agresión imperialista, una forma de guerra total contra Rusia, que, de una u otra forma, también repercute en los aliados de este país situados en diversas latitudes, con lo cual la confrontación se internacionaliza.
Manuel
Poster "Paco Cela Seoane, preso comunista do PCE(r)". |
Poemas
de Francisco Cela Seoane
AY,
DOLOR DEL MUNDO
Ay,
dolor del mundo,
en
tus pupilas,
rasgadas
de cristales,
penetra
el helado aliento
de
los combates.
Se
van cubriendo las ciudades
de
una interminable estela de cadáveres.
Es
el tiempo de la piedra.
Los
corazones laten
en
el aletear agonizante
de
las gaviotas.
Los
labios se humedecen
en
el marchito beso
de
las azucenas.
Es
la arquitectura del abismo.
Los
cuchillos rondan
la
garganta
de
los desheredados de la tierra,
mientras
el dolor del mundo
la
espalda de la oscuridad
remonta.
Está
la humanidad
queriendo
romper a cantar,
cantar
hasta que la voz
se
funda con el romper de la mar.
Pero,
ay,
el
corazón de las olas
los
escorpiones devoran,
y
de su epicentro asoma
una
luna tan triste y tan sola
que
por sus mejillas
salen
a navegar
diminutas
lágrimas de sal.
Mirad,
ved
cómo debajo de las bombas
la
causa milenaria del hambre flota;
mujeres,
hombres, niños tantos,
en
sus estómagos
ejecuta
la mariposa
vuelo
de ceniza y barro.
Son
sus ojos
riberas
de lagunas tristes
donde
danzan los sapos.
En
sus cuerpos
tamborilea
la esperanza canciones
que
quisieran ser de algodones,
pero
que son
esquina
rota de este tiempo
supurando
negritud de sombras.
Y
qué dicen en este :instante
los
santones de la paz,
de
la no violencia santones,
si
la sangre a chorro mana
y
arrastra la edad del mundo en su impaciencia.
Por
qué callan
cuando
están golpeando duro
los
duros puños de los capataces;
y
están saliendo de sus madrigueras
los
ejércitos imperiales,
que
se emboscan al acecho
sobre
la paz de los pueblos.
Las
garras afiladas buscan su presa,
caen
sobre ella y rasgan.
Ruinas
de escombros
presiden
su cruzada democrática,
mientras
por el horizonte se extiende
un
paisaje hiriente
de
desolación y de muerte.
Hoy
el botín es el mundo entero, en su conjunto,
y
están los imperialistas como hienas
disputándoselo
a dentelladas ciegas.
¿Qué
queda
de
su paz civilizada
por
los humanistas tantas veces anunciada;
de
su paz civilizada
qué
queda
si
no es el lenguaje
de
las armas
con
el salvaje discurso
de
la metralla?
Foncalent,
25/VII/92
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