jueves, 14 de abril de 2016

La guerra del Este de Europa, por Manuel Arango Riego.

Foto "Manuel Arango Riego. Preso político del PCE(r). Libertad ya! enfermo grave".
Cartas desde prisión
Manuel Arango Riego

Desde la prisión de Zuera

LA GUERRA DEL ESTE DE EUROPA.
Si no se logra parar a los fascistas en el Donbas y en Ucrania, lo cual no es otra cosa que la agresión militar Otanista abierta contra Rusia, una agresión que ya han planificado en todo sus detalles y que con el golpe de Estado en Ucrania cierra el cerco y prepara las condiciones para las operaciones políticas, financieras y militares de mayor envergadura contra Rusia”
M.P.M. (Arenas), Junio 2015

La guerra del Este de Europa”, como así la reconocen portavoces de las potencias imperialistas, sube de intensidad continuamente y con ella se produce un avance cualitativo hacia la tercera guerra mundial, que vienen desarrollado las potencias imperialistas después de 25 años de conflictos bélicos desde la segunda guerra del Golfo en 1990.
El Plan central de los imperialistas en esta “guerra del Este de Europa”, dirigida a la sojuzgación de Rusia, es un muy viejo objetivo del imperialismo, que comenzó a concretarse inmediatamente después del triunfo de la revolución de Octubre; desde aquella, tanto la Unión Soviética antes, como Rusia ahora, han estado sometidas a una estrategia de agresiones y de cerco continuo.
Los imperialistas estuvieron cerca de lograr su objetivo durante el periodo de régimen Yeltsinista (verdadero títere de los imperialistas), durante el cual se estaba descuartizando y desangrando a Rusia.
Pero esta dinámica de avasallamiento de Rusia fue frenada desde el nacionalismo Burgués ruso, reagrupadas sus fuerzas, se hizo con el poder en este país. A partir de ahí, comienza una renovada escalada de las agresiones y del cerco por parte del imperialismo coaligado, que no dudó en incluir en esta escalada, como muestra de declaración de guerra y del alcance de sus intenciones, el hundimiento por sabotaje del submarino nuclear “Kursk”, buque insignia de la marina de guerra rusa y el más moderno y poderoso del mundo en su género.
En muy pocos años, esta “guerra del Este de Europa”, verdadero despliegue al mismo tiempo de varios tipos de guerras (militares, políticas, económicas, etc.) iba a superar en bastantes campos las intensidades de la agresión que el imperialismo internacional había desplegado durante el largo periodo de la “guerra fría”; no en vano, como había declarado ya en los años 90, el jefe del estado mayor del ejército de EE.UU.: “la conquista de Rusia bien merece, por sí sola, una tercera Guerra mundial”.
De ahí que ahora, junto al famoso “escudo antimisiles”, desplegado en diversos países, incluido en el Estado español, que apunta directamente sobre Rusia y otros países del Este de Europa, existan todo un conjunto de cercos combinados que van más allá de ser exclusivamente de carácter militar: el cerco desde el Cáucaso y Turquía, el cerco desde Finlandia y las repúblicas Bálticas, el cerco desde Ucrania y Moldavia; todo ello reforzado –según lo denominan los mismos militarotes yanquis- por el “segundo cinturón exterior perimétrico”, que lo conforman algunas repúblicas del ex campo de los países socialistas (como Polonia, Rumanía y Hungría); todo ello, a la vez, bajo la cobertura de la OTAN y del apoyo militar de la U.E.
Capítulo especial de esta estrategia de cercos combinados, representa ese tipo de conflictos bélicos fomentados y apoyados por el imperialismo en lugares como en Chechenia en la región del alto Karabaj (entre Armenia y Azerbayán), Georgia, etc., cuya finalidad es desestabilizar a Rusia y establecer aparatos militares de agresión inmediata, donde se puedan conformar verdaderas avanzadillas y “cabezas de puente” para la infiltración, el sabotaje y el asalto.
Pero no acaba aquí tan vasta maquinaria de agresión, ya que a todo lo anterior se ha venido uniendo la realidad de que no pocos de los conflictos bélicos fomentados o directamente desencadenados por las potencias imperialistas de diversas áreas (Balcanes, próximo y medio oriente, Magreb, África, etc.); aparte de ser utilizados para someter a vasallaje (“Balcanizar”) a regiones enteras, hayan sido planificados para reforzar ese conjunto de cercos y aislar a Rusia: eliminar su influencia en esas zonas y liquidar sus relaciones de todo tipo.
Aún con todas las diversas modalidades en las que se vienen articulando las agresiones, los imperialistas coaligados y, sus socios han puesto en marcha también los embargos y bloqueos comerciales, los sabotajes económicos y los chantajes de diverso tipo contra Rusia y sus aliados.
Estamos, por tanto, frente a una extensa agresión imperialista, una forma de guerra total contra Rusia, que, de una u otra forma, también repercute en los aliados de este país situados en diversas latitudes, con lo cual la confrontación se internacionaliza.
Manuel

Poster "Paco Cela Seoane, preso comunista do PCE(r)".
Poemas de Francisco Cela Seoane
AY, DOLOR DEL MUNDO

Ay, dolor del mundo,
en tus pupilas,
rasgadas de cristales,
penetra el helado aliento
de los combates.
Se van cubriendo las ciudades
de una interminable estela de cadáveres.

Es el tiempo de la piedra.
Los corazones laten
en el aletear agonizante
de las gaviotas.
Los labios se humedecen
en el marchito beso
de las azucenas.
Es la arquitectura del abismo.
Los cuchillos rondan
la garganta
de los desheredados de la tierra,
mientras el dolor del mundo
la espalda de la oscuridad
remonta.

Está la humanidad
queriendo romper a cantar,
cantar hasta que la voz
se funda con el romper de la mar.
Pero, ay,
el corazón de las olas
los escorpiones devoran,
y de su epicentro asoma
una luna tan triste y tan sola
que por sus mejillas
salen a navegar
diminutas lágrimas de sal.

Mirad,
ved cómo debajo de las bombas
la causa milenaria del hambre flota;
mujeres, hombres, niños tantos,
en sus estómagos
ejecuta la mariposa
vuelo de ceniza y barro.
Son sus ojos
riberas de lagunas tristes
donde danzan los sapos.
En sus cuerpos
tamborilea la esperanza canciones
que quisieran ser de algodones,
pero que son
esquina rota de este tiempo
supurando negritud de sombras.

Y qué dicen en este :instante
los santones de la paz,
de la no violencia santones,
si la sangre a chorro mana
y arrastra la edad del mundo en su impaciencia.
Por qué callan
cuando están golpeando duro
los duros puños de los capataces;
y están saliendo de sus madrigueras
los ejércitos imperiales,
que se emboscan al acecho
sobre la paz de los pueblos.
Las garras afiladas buscan su presa,
caen sobre ella y rasgan.
Ruinas de escombros
presiden su cruzada democrática,
mientras por el horizonte se extiende
un paisaje hiriente
de desolación y de muerte.
Hoy el botín es el mundo entero, en su conjunto,
y están los imperialistas como hienas
disputándoselo a dentelladas ciegas.

¿Qué queda
de su paz civilizada
por los humanistas tantas veces anunciada;
de su paz civilizada
qué queda
si no es el lenguaje
de las armas
con el salvaje discurso
de la metralla?

Foncalent, 25/VII/92

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