Frase Malcolm X "Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido". (foto de él y símbolo antifascista banderas roja y negra) |
EE.UU:
Consideraciones
sobre Malcolm X
Mumia
Abu-Jamal
Gracias
a los esfuerzos del gran cineasta Spike Lee, el nombre de Malcolm X
está otra vez en labios de millones de personas. Basada en buena
parte en la Autobiografía de Malcolm X, escrita por el
fallecido Alex Haley, la película cuenta la historia épica de un
hombre que sobrevivió a su muerte.
Esto
no es, y no puede ser, una crítica de cine, ya que no he visto la
película por razones obvias. Es, más bien, una meditación sobre
una vida que abasteció de grano los molinos de Haley y de Spike.
Pocos
negros vivieron una vida tan llena de gloria y de tragedia como él.
Martin Luther King, Jr., sí. Y quizá en menor grado Marcus Garvey,
así como el fallecido cofundador de los Panteras Negras, Huey P.
Newton. Como King y Newton, Malcolm X fue asesinado, pero quizá las
similitudes acaben en ese punto. Porque mientras Norteamérica ha
ensalzado, bendecido y encumbrado a King (más por su concepto de la
no violencia que por su persona), ha ignorado y cubierto de ignominia
a Malcolm (como hizo con el Dr. Newton, seguidor de Malcolm como la
gran mayoría de Panteras), cuyas necrológicas abundaron en los
aspectos negativos, ignorando la brillantez que desprendía toda su
vida, una fuerza que arde todavía en los corazones de los negros
treinta años después de su asesinato en Nueva York.
El
sistema utilizó los principales argumentos en favor de la no
violencia de la vida de Martin Luther King para establecer una
estrategia que protegiera sus propios intereses. Cuesta imaginar cómo
la nación más violenta del planeta, heredera del genocidio indio y
africano, la única nación que ha tirado jamás una bomba atómica
sobre población civil, la mayor traficante de armas del mundo, el
país que abrasó a más de diez millones de seres humanos en Vietnam
a base de napalm (para salvarles del comunismo), el mayor carcelero
del mundo, pueda enarbolar el cadáver de Martin Luther King para
hacer un llamamiento en favor de la no violencia.
El
partido de los Panteras Negras se consideraba a sí mismo hijo de
Malcolm (por lo menos muchos Panteras hombres), por los hijos que
nunca tuvo (Malcolm y su esposa, la doctora Betty Shabazz, tuvieron
un increíble montón de hijas), y heredó de sus enseñanzas uno de
sus principios básicos de Malcolm, la autodefensa de los negros.
Cartel. "¡Libertad! Mumia Abu Jamal". (su foto y dibujo de un puño cerrado) |
Mientras
la elocuente y elevada oratoria del doctor King llegaba, conmovía y
motivaba a la congregación eclesial negra del sur, a las clases
medias y altas y a los blancos liberales, predominantemente
pertenecientes a grupos de intelectuales judíos, su mensaje no
echaba raíces entre los trabajadores negros del entorno urbano del
norte del país, un hecho señalado por su aide de camp, el
reverendo Ralph Abernathy, que apuntó en su autobiografía que
Luther King recibió en Chicago el odio glacial de los blancos y la
indiferencia de los negros y casi rozó el desastre.
Los
negros que vivían en el norte preferían un mensaje más definido,
de mayor enfrentamiento y militancia que el basado en ofrecer la otra
mejilla, y Malcolm X se lo ofrecía de manera clara y comprometida.
Su mensaje sobre la autodefensa de los negros y la autodeterminación
de los afroamericanos fue considerada tanto por los musulmanes
practicantes como por los no musulmanes algo lógico y razonable,
dado el tratamiento tan poco cristiano que habían dispensado los
estadounidenses al mundo negro, mestizo, rojo y amarillo.
Los
medios de comunicación, como predijo Malcolm, tratarían de
homogeneizar, blanquear y distorsionar su mensaje. ¡Cuántas
personas han podido leer recientemente un periódico donde se le
describía como líder de los derechos civiles, término que él
odiaba! Se habla del «ablandamiento» de Malcolm hacia los blancos
después de peregrinar a la Meca, ignorando por conveniencia que
continuaba denostando a los americanos blancos que seguían
formando parte de un sistema racista que machacaba a los negros. El
Malik que regresó de su viaje a la Meca encontró entre los árabes
de piel blanca y los europeos convertidos al islam una unidad que
echaba de menos en Norteamérica. Tan enraizado estaba el racismo en
Norteamérica que Malcolm/Malik sintió la intrínseca diferencia con
la que los dos pueblos se veían y se describían a sí mismos. Los
árabes, al llamarse blancos, se refieren simplemente al color de su
piel; los norteamericanos hacen referencia a algo diferente: «Ya
sabéis lo que quieren decir cuando afirman que son blancos. Quieren
decir que son los jefes», tronaba Malcolm.
Malcolm
y el hombre que volvió de la Meca –Hajji Malik Shabaz– fueron,
tanto el uno como el otro, el azote del racismo estadounidense al que
calificaban de mal contra la humanidad y contra el dios que la había
creado. Defendió los derechos humanos de autodefensa y de
autodeterminación y murió por ellos, no por unos «derechos
civiles» que, como ha demostrado a las claras el Tribunal Supremo,
cambian día a día, caso a caso, administración a administración.
Diciembre
de 1992
De
su libro “Mumia ...desde la Galería de la Muerte”
Memoria Histórica 8, 9 y 10 de mayo. |
Memoria
Histórica Internacionalista
Acontecimientos
del 8, 9 y 10 de mayo.
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