Foto de Sevi. |
José
Manuel Sevillano Martín
Muerto
tras 177 días en huelga de hambre el 25 de mayo de 1990
Sevi,
nació en Marchena (Sevilla) el 21 de octubre de 1959. Es el mayor de
tres hermanos de una humilde familia campesina. En su pueblo natal
cursó sus primeros estudios en el colegio Juan XXIII y
posteriormente en el Instituto de Marchena, donde su mente despierta
amigaba bien con los libros y los estudios.
Allí
también conoció a otros jóvenes que posteriormente se
incorporarían a la lucha y a la dignidad. Siempre se mostró
orgulloso de definirse como obrero del campo.
En
las ocupaciones que los jornaleros hicieron de las fincas de los
señoritos y cabrones, con continuos cortes de carretera y
enfrentamientos durísimos con la Guardia Civil, Sevi se va forjando
como luchador y campesino. Entra a formar parte del Sindicato de
Obreros del Campo y da vida e impulso al Colectivo Cultural de
Marchena.
También
ingresa en el Comité Anti-OTAN de aquella localidad. Animado por sus
padres, va a Sevilla a estudiar la carrera de Derecho y es en la
capital donde contacta con el PCE(r). Deja la carrera en el segundo
curso y regresa a Marchena a trabajar como su padre, de jornalero.
Junto
a su compañera, Rosario Narváez, su cuñado Antonio y la compañera
de éste María Jesús Romero, pasan a la clandestinidad en 1985 e
ingresan en los GRAPO. La hija de ambos, Aida, nace en la
clandestinidad.
Es
detenido en Granada en una acción el 8 de diciembre de 1986 y
juzgado en la Audiencia Nacional en 1988, condenado a unos
escandalosos 26 años por militancia armada, tenencia de una pistola
y expropiación a un banco. Pasó por la tortura y por las cárceles
de Granada, Soria y Meco.
José
Manuel Sevillano ingresó en la cárcel justo en el momento en que
comenzaba la dispersión de los presos políticos del PCE(r), GRAPO y
ETA, decretada por el gobierno de Felipe González en un intento de
obligar a estas organizaciones revolucionarias a abandonar la lucha.
Era
un claro chantaje, planeado por los "cerebros" de la
Guardia Civil: cambiar la vida de los presos por la renuncia a seguir
combatiendo al régimen monárquico. Uno de los responsables de este
plan, el comandante Masa, había sido el instigador de la campaña de
torturas en el País Vasco desde 1980 y uno de los implicados en la
dirección del asesinato del dirigente abertzale vasco, Santiago
Brouard, presidente de Herri Batasuna. Sevillano y sus compañeros
combatieron desde el primer momento la política de dispersión,
tratando de acumular fuerzas para la batalla final. No querían caer
en la provocación del gobierno, pero tampoco podían dejarle hacer
con ellos lo que quisieran. La hora de la verdad llegó a principios
de noviembre de 1989, cuando el director general de Mazmorras, Antoni
Asunción, comunicó a los presos que no pensaba cumplir su promesa
de unificarles en una sola cárcel. Asunción había hecho esta
concesión a los presos de los GRAPO de la cárcel de Almería que
habían llevado una huelga de hambre desde el 25 de Agosto hasta
finales de septiembre, poco antes de las elecciones generales de ese
año. La provocación era ya imposible de soportar y los presos
políticos decidieron responder a ella con lo único que podían: la
huelga de hambre a muerte.
El
30 de noviembre de 1989 inicia junto a sus 60 camaradas presos la
huelga de hambre contra la dispersión. El 15 de mayo de 1990, tras
la tortuosa alimentación forzosa, ingresa gravísimo del Hospital
Penitenciario al Gregorio Marañón.
Tras
dos infartos, el sionista y GALoso Enrique Múgica, Ministro de
Justicia en aquel entonces, aún dice que la
huelga de hambre es ficticia
y que se mantendrá la dispersión, por
buena y necesaria.
El
día 25, muere tras 175 días en huelga de hambre. Sus últimos cinco
días los pasó en coma mientras los ministros de Interior, Corcuera,
y de Injusticia, Múgica, trataban de obligar a los médicos de
conservarle la vida como un vegetal. Como posterior y brutal tortura,
a su compañera y a su pequeña hija Aida (Libertad) les prohíben
verle por última vez: éste es el tan cacareado humanismo del
Estado.
Tras
conocerse su asesinato leGAL,
miles de personas salen a las calles en Vigo, Coruña, Madrid,
Barcelona, Zaragoza, Cádiz, Sevilla, Vitoria, Bilbo, Margen
Izquierda, Donosti, Arrasate, Hernani, Orereta e Iruña en su
homenaje. Hay durísimos enfrentamientos con la policía. En Pamplona
un solidario, Eduardo Albéniz, es gravemente herido de bala por
policías de paisano y en Vitoria son atacadas numerosas sucursales
oficiales y bancarias, al igual que en Hernani y Orereta. En su
homenaje y entierro en su localidad natal fue despedido por cientos
de solidarios.
Las
RAF alemana dió el nombre de José Manuel Sevillano a uno de sus
comandos más activos. Durante varios años, se ha venido realizando
un homenaje en coincidencia con el aniversario de su fallecimiento en
Marchena, su pueblo, que entre pancartas y pintadas olivos silbaban:
Obreros
y campesinos
ha sonado la hora ya
avancemos decididos
nuestra fuerza es la unidad.
ha sonado la hora ya
avancemos decididos
nuestra fuerza es la unidad.
Cartel "Cementerio de Justicia RIP. Un GRAPO menos, un muerto más"- |
Poesías
populares
SEVI
Exististe.
Pasaste
por la vida
como
un meteoro.
A
ninguno de los que te conocimos
nos
resultaste indiferente.
Trabajabas
para alimentar a tu familia.
Trabajabas
para la revolución.
Trabajabas
para construir cada día
ese
mundo nuevo que soñábamos...
Tu
gesto serio escondía
un
torbellino de sonrisas.
Organizabas.
Te
formabas.
Eras
inasequible al desaliento.
La
lucha de clases
era
tu día a día.
Lo
tenías tan claro
que
cuando caíste preso
en
Soria,
en
la Comuna Carlos Marx,
tu
mensaje fue:
Esto
es lo que he buscado,
este
es el camino.
Y
allí te seguiste formando...
con
los compañeros,
con
esos libros
que
siempre te rodearon,
escribiendo,
trabajando,
conviviendo...
Y
supiste darlo todo
cuando
llegó el momento...
Compañero:
He
de decirte
que
todos te recuerdan
con
muchísimo respeto
y
cariño
en
tu pueblo...
Y
que tu lucha,
tu
entrega a la causa
del
comunismo,
Qué
cada día
nuevos
luchadores
cogen
tu testigo
en
sus manos...
Qué
vivirás siempre
en
los corazones
de
los obreros,
tus
hermanos.
María
Jesús Romero
29
abril 2017
Cartel con Sevi y Kepa Crespo "Morir para sobrevivir" |
CON UN CUARTO BASTARÍA
(A José Manuel Sevillano)
Quisiera ver calles con tu nombre
O mejor jóvenes con tu entrega, solidaridad y valor,
Si todos tuvieran un cuarto del que tuviste bastaría
Para que estallara la Revolución en breve
Y pudiéramos honrarte como mereces.
Imagino la sonrisa de esos desalmados
Cuando tu cuerpo no aguantó más
Aunque rebosaras vida por cada átomo
Y un corazón tan grande
Pareciera difícil que dejara de latir.
¿Les haremos llorar algún día
Por todo el dolor que han causado?
Quisiera ver institutos donde te nombren
O aún mejor batallas que te venguen
Y que cuando sople el viento sobre enemigos derrotados
Reciban la hostia de tu Libertad.
Que recuerden siempre
que en todo caso es Dios el que perdona,
No el pueblo consciente
Al que le sobra rencor justificado
Que tarde o temprano transformará en acción
Y entonces habrá muchos más mártires como tú
Que esperemos no tengan que esperar tanto
Para recibir el homenaje de la victoria socialista.
Gracias por tanto camarada,
Esta tierra decadente de vez en cuando
Nos regala a alguien como tú
Recordándonos que tiene sentido la esperanza,
Que no perdimos para siempre
La guerra contra el fascismo
Y que no todos los hombres
Están podridos de egoísmo.
Quisiera ver guerrilleros con tu amor
O mejor aún: numerosos ejércitos rojos
Honrando con cada desfile a los hombres nuevos
Que si hizo falta le dijisteis a la muerte
Que peor era vivir muerto con la cabeza escondida
Que morir viviendo para siempre con la cabeza alta.
¿Qué pensaste por última vez?
¿Viste la Revolución más cerca que yo?
Sólo se que toda tu entrega
Tarde o temprano no será en vano
Y en el llanto de los culpables
Tu canto de guerra sonará mejor que nunca.
Nosotros nos encargaremos de ello,
Pero los luchadores aún necesitamos
Llegar a un cuarto del valor que tuviste.
Algunos aún preguntan:
-¿Tanto dolor para qué?
Como si el ejemplo que dejaste fuera poco.
Te fuiste con los huesos destrozados
Pero con la cabeza alta
Para ver el horizonte rojo
Que gracias a hombres como tú
Nos exige conquistarlo
Y podemos verlo
Siempre al lado
De tu eterno fusil.
Pablo Hasel.
Recorte prensa sobre la muerte de Sevi. |
Nos han dado golpes de todas las formas, nos han vejado, una y otra vez, nos han insultado de la peor de las maneras, nos han ninguneado, difamado, escupido; nos han llamado desclasados, individualistas, dogmáticos o fanáticos; nos tildaron de terroristas, de personas peligrosas, de violentos; nos pusieron en sus listas de personas jamás gratas; nos aislaron, marginaron, ocultaron, silenciaron hasta llegar -incluso- a renegar de nosotros; nos empujaron a odiar -más aún, si cabe- que aquellos a quienes -bendita lucha de clases- ya odiábamos con todas nuestras fuerzas.
Nos enseñaron que la izquierda está en la calle, en una mani sí, pero también, en cada lucha justa y solidaria, en cada palabra de apoyo al más débil, en cada mirada cómplice de cualquiera que sufre -convencido o sin estarlo- del terror capitalista; aprendimos que ya era nuestro el dolor ajeno, antes incluso, de abrirse la herida.
Nadie dijo que era fácil ser valiente.
Y por ello nos crecieron los cobardes.
José A.
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