José España Vivas, torturado hasta la muerte hace 31 años. "Rehenes con causa"

 

Memoria Histórica del día:

-1868: Congreso de la AIT en Bruselas.

-1971: Evasión masiva de guerrilleros tupamaros del FLN de una cárcel de Montevideo (Uruguay).

-1980: Torturado hasta la muerte en los calabozos de la Dirección General de Seguridad en Madrid, el militante del PCE(r) José España Vivas, detenido el día anterior. Tenía 25 años y era vecino de Alcalá de Henares. En las mismas fechas, otra militante del PCE(r), Isabel Llaquet, fue llevada casi hasta la muerte y las consecuencias de aquellas torturas le continúan en 2011.

-1980: Un policía, agresor de mujeres, mata en Bilbao al civil y vecino Luis Quintana Monasterio.

José España Vivas:

http://www.presos.org.es/ARCHIVOS/caidos.php?idc=0026

PRISIONEROS POLÍTICOS en ESPAÑA:

“REHENES CON CAUSA

Era de prever que en el contexto político actual, el protagonismo de los presos políticos no tardaría en hacerse presente por diferentes motivos: primero, y más importante, el referente moral y político que representa su resistencia a la política represiva del Estado; y segundo, era también previsible que el chantaje permanente a que son sometidos se iba a intensificar para condicionar el devenir del movimiento popular revolucionario, especialmente en el caso concreto del MLNV.

En España, los presos políticos conforman una parte fundamental de la memoria colectiva popular. Desde la misma formación del Estado moderno burgués, erigido sobre el modo de producción capitalista y el régimen político de explotación y opresión, la existencia de presos políticos de diversa condición e ideología ha sido una constante histórica. Es mas, hasta podríamos decir que un buen baremo para constatar el déficit democrático de un país capitalista lo marca la existencia de presos políticos.

Aún hoy, no conocemos bien y no ha sido honrada como merece (una responsabilidad más en el debe de esa izquierda institucional y domesticada), la memoria de los cientos de miles de presos políticos que llenaban las cárceles y los campos de concentración y trabajo forzoso, de la etapa franquista del régimen. A la represión más feroz que se cebaba contra ellos, se le unía unas condiciones de insalubridad insoportables. Pero, aún así, no solo resistieron a esa situación infrahumana, sino que dieron todo un ejemplo de organización, de solidaridad colectiva y de dignidad, como nunca antes se había conocido en nuestro país.

Por todo esto y mucho más, los presos políticos siempre han sido un referente para el movimiento popular, democrático y revolucionario. No es casual que las manifestaciones más numerosas en los años setenta fueran las de petición de Amnistía. Y no es casual tampoco que en el mismo momento que salían unos presos de la cárcel, ante el empuje del movimiento popular, otros presos políticos, comenzaban a entrar en ellas. Este fue el primer signo de que la transición de un régimen dictatorial a otro democrático no era real.

Las condiciones de vida penitenciaria que vienen soportando los presos políticos en este período "democrático", están siendo marcadas a sangre y fuego en la lucha de resistencia y en el movimiento de solidaridad. Las muertes en prisión, las enfermedades de todo tipo, las huelgas de hambre provocadas por las condiciones inhumanas de reclusión... han sido y son la constante de este periodo

Junto con anarquistas, antisistema, anticapitalistas, antifascistas..., dos bloques de presos políticos vienen capitalizado la resistencia a la represión del régimen: los presos del MLNV y los del PCE (reconstituido) y de los GRAPO; así como de organizaciones democráticas, solidarias y populares que la policía considera como aledañas de las anteriores. El crédito ético, moral y político alcanzado por estos colectivos de presos en todos estos años es un claro referente para el movimiento obrero y popular. No puede ser de otra forma en quienes están resistiendo las acometidas represivas en el mismo vientre de la bestia fascista, sin renunciar a sus ideales y principios políticos revolucionarios.

Por esto mismo, en unos momentos en que la crisis económica y política del sistema capitalista se agudiza con fuerza y la clase dominante profundiza en las medidas represivas, de sobre-explotación y opresión, el ejemplo de resistencia de los presos políticos adquiere para los trabajadores y pueblos oprimidos un referente obligado que el aparato represivo, mediático y propagandístico del Estado trata por todos los medios de neutralizar.

Este incremento del chantaje sobre los presos políticos lo estamos viendo todos los días a través de los servidores del régimen: políticos de todo signo, policía, periodistas, intelectuales orgánicos, etc. Especialmente significativo es la campaña orquestada por el aparato de propaganda ligado al sector de los sociatas que encabeza Rubalcaba (los galosos, para entendernos). La primera andanada comenzaba el primer día de la segunda semana del mes de agosto. El libelo de ese grupo (el diario El País), dedicaba dos páginas enteras a la campaña de incremento de la presión a los presos políticos, más en concreto, a los presos del MLNV. El formato elegido (ni en esto son originales estos mercachifles de la pluma) es de manual de intoxicación: "La decisión ya esta tomada, no entiendo a que está esperando ETA". Esta frase, dicha -según este periódico- por un preso demostraría que "empieza a cundir el nerviosismo y la impaciencia, incluso la ansiedad entre los presos". Poco les ha faltado para concluir que se va a producir un suicidio colectivo. Esa frase dice haberla escuchado la guardia civil a un preso (ya se sabe que el control sobre los presos políticos en la cárcel es total). No importa lo que opine el resto de los cerca de ochocientos presos políticos, sino que esa supuesta declaración se hace extensiva por orientación divina -de los intoxicadores- al conjunto del colectivo. Por supuesto, no todo es mentira en esta publicación. Es evidente que algunos presos muestran un cierto deseo por salir de la cárcel, especialmente los que llevan más de veinte años en ella. Pero, sobre todo, son los traidores al colectivo, los arrepentidos y liquidacionistas, a cuya cabeza se ha colocado Urrusolo Sistiaga, quienes están mostrando un mayor nerviosismo porque no les llega el premio prometido por su traición.

El chantaje a los presos políticos es una constante, pero en estos momentos tiene un interés muy particular para el grupo polanquista: presionar a ETA para que emita un comunicado de "cierre de la persiana" antes de la cita electoral. De esta forma, su "adalid" político, el candidato Rubalcaba, tendría una carta (la única) con que presentarse a su reparto del pasteleo con los peperos. Este mismo chantaje se hace extensivo a todas las organizaciones solidarias con los presos políticos. A modo de ejemplo, no hace falta más que ver cómo todos los mastines y dóberman de los grandes monopolios mediáticos afilan sus colmillos ante cualquier gesto de Bildu hacia los presos, por tenue que este sea. No digamos a Etxerat y demás organizaciones solidarias, a las que tratan todos los días como si fuesen apestados; un ejemplo de ello lo tenemos en la reacción de los somatenes de COVITE ante la invitación del alcalde de Donosti a una recepción por todas las víctimas, que al enterarse de la presencia de Etxerat se negaron a acudir diciendo en un comunicado posterior: "qué pueden hacer las víctimas en casa del verdugo".

¿Habían calculado bien los líderes de la Izquierda Abertzale la situación en que quedaban los presos ante su "cambio de ciclo"? ¿”Echará la persiana" ETA dejando a sus presos en manos de la "generosidad" de galosos y tardo franquistas peperos?.

Por cierto, hablando de "generosidad". En esas mismas páginas se hace una referencia -igualmente intoxicadora- a los presos del GRAPO. Dejan deslizar su mensaje envenenado diciendo que: "sin llegar a anunciar nunca su disolución de manera oficial, se transformaron primero en una banda de atracadores y luego en la nada". Con esta apreciación, el mensaje del periodista-policía parece querer decir que sin muertos encima de la mesa no eres nada. Una cosa es cierta, esta organización lleva más de cinco años sin llevar a cabo una acción armada y, sin embargo, sus presos siguen en las mismas condiciones infrahumanas, o más, que todos los demás. Toda una constatación de la "generosidad" del Estado.

Desde luego, una cosa parece clara: el movimiento de solidaridad y de apoyo a los presos políticos no va a cejar en su lucha denunciando la situación que padecen. Y hacen muy bien en hacerlo porque buena parte del crédito moral y político sobre el que descansa el capital político de la I.A. está en sus presos, por más que desde fuera y desde dentro de ese movimiento esa influencia se quiera minimizar o anular. No es casual que los primeros cortocircuitos que sabotearon las fuerzas represivas fuera la relación entre ellos y con la calle, dispersando y aislando aún más a los presos o encarcelando a los abogados más comprometidos en su asistencia jurídica porque eran los "correos entre los presos y la dirección de ETA", según los expertos del benemérito cuerpo, para quienes su opinión (que no pruebas objetivas) es texto sagrado para esa pandilla de prevaricadores compulsivos que componen la autodenominada Audiencia Nacional.

En un plano a más largo plazo, el Estado y toda su cohorte política y mediática, trata de minar y emborronar los valores éticos, morales y políticos que representan los presos políticos. Son ellos, los que representan la dignidad de la resistencia como nadie; son ellos, los que concentran los mayores componentes de los que han luchado en la primera línea de combate; son ellos, los que reúnen la juventud más comprometida de Euskal Herria, y los cuadros y dirigentes de las organizaciones más combativas del MLNV. Por esto mismo, su causa es nuestra causa, la que el Estado pretende a toda costa enfangar y anestesiar de la memoria colectiva. Es lo mismo que han venido haciendo con los presos políticos de la etapa franquista; es lo mismo que están haciendo con la memoria histórica: una revisión que haga irreconocible su legado de dignidad y resistencia.

 

 

Egoitz Larrañaga. Preso político comunista »

 

 

Difunde: Socorro Roxo Internacional. Galicia

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