domingo, 8 de enero de 2012

Carta desde las cárceles: David Garaboa, militante del PCE(r), visitado por palpadores del Estado

 
Cartas desde prisión:

Carta de David Garaboa Bonillo


Queridos compañeiros:

Tal y como os dije, aquí estoy para comentaros lo de la visita que me hicieron unos días después del anuncio de ETA de su abandono de la lucha armada. Como os dije por teléfono, no le doy mucha importancia, pues entiendo que este tipo de visitas no van más allá de palpar el ambiente entre nuestras filas.

 
Vinieron a verme dos funcionarios, un hombre y una mujer, que se identificaron como miembros del “equipo de seguridad” de la cárcel. La actitud de los funcionarios fue muy correcta y respetuosa tanto en las formas como en el fondo. Y con esto último me refiero a que en ningún instante vinieron con babosadas sobre hipotéticas rendiciones o arrepentimientos. Fue un intercambio de opiniones en torno a la situación creada a raíz del abandono de la lucha armada por parte de ETA, y de cómo podría afectar esta nueva situación a nuestro Colectivo.

En el terreno personal lo único que me preguntaron (fue la primera pregunta) es cómo llevaba lo de estar en aislamiento, y si no tenía ganas de estar en un módulo de “vida normal” aunque siguiese en Primer Grado. Les dije que tanto me daba estar en uno de aislamiento o en otro módulo, y que yo nada más tenía dos reivindicaciones a ese respecto: a nivel personal, que me junten con mi compañera en una misma cárcel tal y como corresponde según sus propias normas al ser Pareja de Hecho, y en virtud al Auto del Juez de Vigilancia Penitenciaria en el cual se nos reconoce este derecho; y a nivel colectivo, el reagrupamiento de todos los presos y presas del SRI, PCE(r) y los GRAPO.

Me reconocen que estas dos reivindicaciones no dependen de esta cárcel, sino que son competencia de “Madrid”. Añado que si de verdad estaban interesados en mejorar mis condiciones de vida en esta prisión, solo hacía una petición: que me juntaran con los presos políticos vascos. Me informan entonces de que tenían una orden escrita de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias según la cual no puedo compartir módulo con los presos vascos, ni coincidir con ellos en ninguna actividad.

La siguiente pregunta fue qué opinión me merecía la decisión tomada por ETA, a lo cual les respondí que en todo caso deberían contarme ellos a mí, pues yo llevo varios años apartado de los presos vascos y mis únicas noticias son las que escucho vía radio o veo en la televisión. Los funcionarios me dicen que con los que ellos hablan veían con optimismo su futuro, y que probablemente después de las elecciones se producirían movimientos de cierto calado en el Colectivo de Presos Vascos. Insistieron en preguntarme por la decisión de ETA, pues decían, con razón, que alguna opinión tenía que tener, pero me mordí la lengua y no dije nada.

Esto dio pie a que me preguntaran si no aguardábamos beneficiarnos “de rebote” de los beneficios penitenciarios que se les pudiesen aplicar a los presos vascos, cosa que, en mi opinión, va a depender de que se produzcan cambios de cierto calado. Si por ejemplo se deroga la “Ley de Partidos” o la denominada “Doctrina Parot”, sí que podríamos beneficiarnos en un y otro sentido. Mas también se pueden conceder beneficios tipo terceros grados o libertades condicionales de una manera selectiva y arbitraria, como quien reparte limosna, y hacerlo al margen de nuestros presos. Así que ya veremos.

 
En lo que más insistieron fue en preguntarme si no estaba previsto que nuestro Partido, el PCE(r), tomase alguna iniciativa en la misma dirección que el MLNV. Yo les respondí que, hasta donde yo sabía, la pelota estaba en el tejado del Estado, puesto que nuestro Partido ya se pronunció en su momento (y lo hicimos por escrito desde las páginas del “Resistencia”) mostrando su disposición para que ese diálogo pudiera producirse. Esto es: deberían juntar a todos los presos y presas del PCE(r) y de los GRAPO en una misma prisión, de lo contrario, no tenemos nada que hablar.

Los funcionarios me dijeron que recientemente nos pusimos todos de acuerdo para llevar adelante diferentes protestas carcelarias en solidaridad con un compañero nuestro (se referían al Camarada Arenas), sin necesidad de estar juntos. Les expliqué que son planos diferentes: si un camarada tiene problemas muy graves estos se convierten en un problema del Colectivo y actuamos como una piña, ahí no hay nada que discutir. Sin embargo, si hablamos de lucha armada o de cualquiera otra cuestión que afecte a nuestra Línea Política, sí es preciso juntar a todos nuestros presos para que podamos discutir colectivamente antes de transmitir nuestra opinión a la Dirección del Partido. Además, ¿qué podríamos aguardar del Estado si ni siquiera está dispuesto a juntar a poco más de treinta presos, aún sabiendo que puede volver a separarlos después?.

Los funcionarios me decían que a nosotros nos interesa el diálogo con el Estado aunque sólo fuera para arreglar cuanto antes la situación de nuestros presos. Entonces les hablé de las negociaciones de 1996, y les aclaré que ya de aquella nuestro Partido no aceptó la fórmula de negociación “Paz por presos” que nos proponía el Estado, si no que exigimos “Paz por libertades”; es decir, libertad plena para defender nuestras ideas y programa comunistas. Insistí en que la pelota está en el tejado del Estado; en que nuestra voluntad de resistir es firme, y ellos lo saben; en que a pesar del estado actual de nuestras fuerzas, más de treinta años de historia de lucha revolucionaria tienen mucho peso político. Esto es algo que ellos mismos reconocieron. Igualmente, concordamos en que al margen de lo que diga la propaganda oficial, no es posible rematar un movimiento revolucionario con solo la vía policial, ya que mientras exista la voluntad de resistir, antes o después aparecerá alguien dispuesto a retomar la lucha.

En resumidas cuentas, los funcionarios se interesaron fundamentalmente por saber si teníamos previsto algún movimiento en la misma dirección que la izquierda abertzale. Y yo insistí en que si el Estado quiere hablar en serio con nosotros, deberán reagrupar al conjunto de nuestro Colectivo de presos en una única prisión, como condición previa e imprescindible para que ese diálogo pueda producirse.


Compañeiros e compañeiras, isto é todo por hoxe. Recibide unha enorme aperta cargada de forza e agarimo, e outra ben forte para todo a tropa solidaria que temos na Coruña. Moitos biquiños!

Venceremos!

David Garaboa, preso político do PCE(r)

Prisión de Villena, Alicante 23 de novembro do 2011


*ORIGINAL en página comité Solidariedade en GALEGO

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1 comentario:

xavi skinet dijo...

Mientras los preSOS politicos sigan dispersados i torturados, seguiran saliendo solidarios/as que estaran dispuestos a darlo todo por esta gente que tanto a luchado i sigue luchando...

sin ninguna duda todos los preSOS del SRI, PCE(r)y GRAPO son el mejor ejemplo a seguir.