Dibujo. (un militar mira a través de un prismático, que es la pantalla de internet de un joven que navega) |
El
terrorista tiene 3 años de edad
Juan Manuel Olarieta
Si la histeria anticomunista condujo a la Guerra Fría, la histeria antiyihadista está llevando al delirio. Cualquier cosa es posible y nadie debería extrañarse lo más mínimo. En Gran Bretaña han puesto en marcha la Operación Channel, un supuesto mecanismo policial de prevención del radicalismo islámico que, bajo la excusa de impedir la apología del terrorismo, permite que hasta los recién nacidos estén bajo sospecha.
A principios de año, tras la abrumadora campaña Charlie Hebdo en París, la policía ya detuvo a menores de edad sin que nadie osara levantar la voz, en absoluto. La policía pudo actuar como le gusta, a sus anchas, porque se había abierto la veda: la caza del moro.
En Inglaterra la Operación Channel tiene fichados y vigilados a 484 niños menores de 12 años. El más pequeño tiene tres años y la policía ya sospecha de él. En el futuro es posible que sea un consumado yihadista en Damasco, en Bengasi, en El Cairo o en la misma Londres.
Lamentablemente no es una película de ciencia ficción; es una tara intelectual que los imperialistas ya han puesto en manos de la policía preventiva, capaz de llegar a donde cualquier pitonisa y mucho más allá. El futuro está en las manos seguras de la policía británica.
¿Quién ese yihadista precoz que en lugar de aprender a hablar diciendo papi y mami, grita Alá Akbar? Se pueden imaginar el perfil: un habitante de la barriada londinense de Tower Hamlets. Está fichado junto a toda su familia. La guardería, los servicios sociales y el centro de salud son los chivatos que llenan los ficheros del programa Channel. Es posible que no falten ni las huellas dactilares siquiera.
Los educadores, sanitarios y monitores están obligados a registrar las conversaciones y opiniones que escuchen sobre armas, bombas, guerras y demás datos sospechosos de la conducta del niño, de sus padres, de sus hermanos, de sus primos, de sus amiguitos, de sus vecinos, de... todo el barrio.
Interrogado por Mail On Line, John Hayes, secretario de Estado de Seguridad ha declarado: “Cada día nuestro país se enfrenta al retorcido discurso [del Califato Islámico] que corrompe a nuestros jóvenes. Desde que en 2012 se lanzó el programa Channel, nos han llegado más de 4.000 confidencias y centenares de personas dispuestas a bascular hacia el extremismo están siendo acompañadas. Las confidencias han aumentado mucho desde 2014, pero hemos puesto los medios necesarios para hacerle frente”.
El programa Channel fue creado en 2007 por el Ministerio del Interior, poco después de los atentados yihadistas de Londres, para “enderezar” a los jóvenes susceptibles de inclinaciones terroristas.
En toda Europa los Ministerios del Interior están carcomidos por un peligroso delirio, cada vez más descabellado. En Londres, sin ir más lejos, los servicios antiterroristas de la policía hicieron el ridículo -por escrito- cuando en un manual que entregaron a las escuelas del centro de la capital asociaban al movimiento pacifista “Occupy London” con Al-Qaeda.
¿Os suena eso de “todo es ETA”, el entorno de ETA y demás? Pues una alucinación parecida recorre Europa.
Juan Manuel Olarieta
Si la histeria anticomunista condujo a la Guerra Fría, la histeria antiyihadista está llevando al delirio. Cualquier cosa es posible y nadie debería extrañarse lo más mínimo. En Gran Bretaña han puesto en marcha la Operación Channel, un supuesto mecanismo policial de prevención del radicalismo islámico que, bajo la excusa de impedir la apología del terrorismo, permite que hasta los recién nacidos estén bajo sospecha.
A principios de año, tras la abrumadora campaña Charlie Hebdo en París, la policía ya detuvo a menores de edad sin que nadie osara levantar la voz, en absoluto. La policía pudo actuar como le gusta, a sus anchas, porque se había abierto la veda: la caza del moro.
En Inglaterra la Operación Channel tiene fichados y vigilados a 484 niños menores de 12 años. El más pequeño tiene tres años y la policía ya sospecha de él. En el futuro es posible que sea un consumado yihadista en Damasco, en Bengasi, en El Cairo o en la misma Londres.
Lamentablemente no es una película de ciencia ficción; es una tara intelectual que los imperialistas ya han puesto en manos de la policía preventiva, capaz de llegar a donde cualquier pitonisa y mucho más allá. El futuro está en las manos seguras de la policía británica.
¿Quién ese yihadista precoz que en lugar de aprender a hablar diciendo papi y mami, grita Alá Akbar? Se pueden imaginar el perfil: un habitante de la barriada londinense de Tower Hamlets. Está fichado junto a toda su familia. La guardería, los servicios sociales y el centro de salud son los chivatos que llenan los ficheros del programa Channel. Es posible que no falten ni las huellas dactilares siquiera.
Los educadores, sanitarios y monitores están obligados a registrar las conversaciones y opiniones que escuchen sobre armas, bombas, guerras y demás datos sospechosos de la conducta del niño, de sus padres, de sus hermanos, de sus primos, de sus amiguitos, de sus vecinos, de... todo el barrio.
Interrogado por Mail On Line, John Hayes, secretario de Estado de Seguridad ha declarado: “Cada día nuestro país se enfrenta al retorcido discurso [del Califato Islámico] que corrompe a nuestros jóvenes. Desde que en 2012 se lanzó el programa Channel, nos han llegado más de 4.000 confidencias y centenares de personas dispuestas a bascular hacia el extremismo están siendo acompañadas. Las confidencias han aumentado mucho desde 2014, pero hemos puesto los medios necesarios para hacerle frente”.
El programa Channel fue creado en 2007 por el Ministerio del Interior, poco después de los atentados yihadistas de Londres, para “enderezar” a los jóvenes susceptibles de inclinaciones terroristas.
En toda Europa los Ministerios del Interior están carcomidos por un peligroso delirio, cada vez más descabellado. En Londres, sin ir más lejos, los servicios antiterroristas de la policía hicieron el ridículo -por escrito- cuando en un manual que entregaron a las escuelas del centro de la capital asociaban al movimiento pacifista “Occupy London” con Al-Qaeda.
¿Os suena eso de “todo es ETA”, el entorno de ETA y demás? Pues una alucinación parecida recorre Europa.
Pegatina. "Arenas Libertad". (redonda, con su foto y símbolo comunista) |
Muro
Solidario:
-Edición
otra pegatina Arenas Libertad, en otro formato y papel de vinilo.
Pancarta. "Absolución Hasel y Ciniko". (colgada de un puente) |
-Pancarta
en Burgos
Dibujo. "Años de libertad y Demokracia. Jajajajajajaja". (la risa sale del Valle de los Caídos) |
Dibujo
de J.Kalvellido
Título:
Atado y bien atado
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