domingo, 23 de agosto de 2015

Testimonio del genocidio fascista español. Otro de los miles de ejemplos.

Dibujo de Castelao. "O paraiso feixista". (una madre ante su compañero muerto, rodeada de sus hijos pequeños. Y así se ven las mismas escenas ante varios fusilados)
Genocidio fascista español

Con la soga al cuello con 12 años, al pie de Sierra Nevada.
Testimonio de un pastorcillo de Quéntar (Granada)

En 1945 tenía doce años y había nacido en el Tocón de Quéntar. «Cuando mi tío –el jefe guerrillero el Yatero– andaba por aquellas montañas, yo pastoreaba con el rebaño de mi padre. A los de la sierra –a los guerrilleros– los veía a menudo y siempre me daban recados para sus familias. Hasta que un día me tropecé con una contrapartida de la Guardia Civil, guiada por el cabo Joya. Minutos antes yo había estado hablando con mi tío en una cueva. El cabo me detuvo diciéndome que me habían descubierto. Yo lo negué y entonces me echaron una soga al cuello y me dijeron que si no lo contaba todo me colgarían de un árbol. Yo tuve miedo de que me colgasen, la verdad, pero seguí negando haber visto a nadie».
Al cabo Joya, del pueblo de Huétor-Santillán, todos le tenían un miedo espantoso por allí, pues mataba a la gente a la mínima, como quien mata chinches. «Vaya usted por Quéntar y le contarán» –me dijo el sobrino del Yatero–. Y fui por Quéntar, el pueblo, y por Tocón, la aldea, y me contaran muchas cosas. Entre otras; que el cabo Joya había ejecutado, manu militari, sin preámbulos de ninguna especie, a varias personas, acusándolas de haber ayudado a los de la sierra. Cuando lo cierto es que lo hizo porque aquellas personas se habían negado a venderle algunas cabezas de ganado, al precio impuesto por él, que luego revendía, a precio de mercado negro, a carniceros de la ciudad.

«Me tuvieron con la soga al cuello cerca de ocho horas, hasta que anocheció, diciéndome cada dos por tres que ya se estaban cansando de esperar mi confesión y que me iban a colgar. Al mediodía, mientras preparaban su comida, me hicieron poner de pie sobre una piedra redonda –sobre la que apenas podía colocar mis dos pies– y me ajustaron bien el nudo de la soga al cuello. De tal forma que si llego a tener la mala suerte de resbalar me hubiese ahorcado en el acto. Así me tuvieron toda la tarde, hasta que me soltaron. Yo me daba cuenta de que eran capaces de colgarme; pero yo estaba muy orgulloso de tener un tío como el Yatero y quería que él estuviese también orgulloso de mí.
Se sentaron cerca de mí para comer un bocado y uno de ellos apuntó a mi perra, Perla, que estaba sentada a mis pies, sin moverse, y la mató de un tiro. Y dijo que podía hacer otro tanto conmigo si no hablaba. Pero yo no solté prenda.
Al final, el cabo Joya, para intimidarme, me recordó la paliza que le había dado a un chaval de mi pueblo, al Paquillo. Le pegó una tunda de miedo, y desde entonces andaba tan encorvado que le llamaban el Jorobao. Entonces, uno de los guardias civiles jóvenes de la contrapartida, que hasta aquel momento había estado muy callado, dijo: "Venga, vamos a soltarlo... que si supiera algo ya habría cantado...". La última palabra la tuvo el cabo Joya. Me dijo: "Bueno, te vamos a dejar, pero no te quitaremos el ojo de encima... y acabarás por llevarnos adonde tu tío... que yo estoy seguro que sabes dónde está...".
Me quitaron la soga, bajé del pedrusco, tomé en brazos a mi perra muerta y me fui para el pueblo.
Mi tío era un hombre alto –medía un metro ochenta y pico–, guapo, con muy buena planta, pacífico, reflexionado, y a buenos sentimientos no lo ganaba nadie. Muy trabajador y la escasa cultura que tenía la aprendió él solo, sin haber ido nunca a la escuela. Y supongo que lo instruyeron en el Ejército republicano, del que llegó a ser capitán.»

Del libro “Los niños republicanos en la guerra de España”, de Eduardo Pons Prades

Cartel. "Empêchons un nouveau crime d'État!". (texto y foto de Arango)
Muro Solidario:
-Cartel editado en denuncia de la situación de Manuel Arango, por el Comité por un SRI Baiona.

Panfleto Arenas pinchado sobre una tela. "¡No permitamos que Arenas se quede ciego en prisión!".
-Cogido de la red. Panfleto Arenas pinchado en un tablón.

Dibujo. "Amnistia eta askatasuna". (el símbolo de amnistía sale del lazo de una abarca)
-Cartel Amnistia eta Askatasuna. En las fiestas de Euskal Herria.

"-Papá. Ké...és...la... paz?". (le pregunta una niña moribunda a su padre, que la sostiene entre sus brazos)
Dibujo de J.Kalvellido
Título: Niña palestina

Citas del 23 y 24 de agosto. Engels y Stalin.
Aprender y luchar, luchar y aprender.
Citas del 23 y 24 de agosto

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