Mapa de España con los dos mil puntos con fosas comunes. |
En
doce años solo se han abierto 332 de las más de 2.000 fosas comunes
que hay en España
Un pendiente, un anillo, botas raídas por el tiempo. Proyectiles, huesos fracturados. Una ejecución múltiple. La fosa exhumada en El Baldío, una finca privada de Alcalá del Valle (Cádiz), deja al descubierto el terror fundacional del franquismo. Y una clave que salpica desde la primera guerra que provocó (y ganó) el fascismo en el mundo: España está sembrada con cientos de fosas sin abrir en las que reposan miles de víctimas.
El mapa de fosas del Gobierno de España cifra en 2.000 las sepulturas ilegales tras las ejecuciones en la Guerra Civil y la dictadura. Es el cálculo más optimista. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) el número puede alcanzar el doble. Como recuento global de intervenciones, solo aparece el de la Sociedad de Ciencias Aranzadi: 332 (del año 2000 a finales de 2012) con restos óseos recuperados de unos 6.300 desaparecidos que incluyen los 2.840 del cementerio de Málaga.
A ese ritmo –la media no llega a 30 fosas al año–, la sociedad española cerraría la cicatriz en décadas. La impresión de trabajo incesante sobre la tierra, de existir, no es más que un efecto. Un leve goteo que mantienen asociaciones de derechos humanos y familiares de desaparecidos forzados frente al abandono institucional a las víctimas del golpismo, a las más de 100.000 personas que yacen en cunetas.
Pero "no hay un estudio serio sobre el número de fosas que hay en España", refiere el vicepresidente de la ARMH, Marco González. Varias comunidades autónomas han trabajado en su propia cartografía de la ignominia, "pero no están todas". El caso de El Baldío ni siquiera constaba en el mapa oficial andaluz.
Sirve de ejemplo la exhumación en la hacienda gaditana por la suma de voluntades que evidencia la desidia institucional. El trabajo arqueológico es posible por la intervención de la ARMH y la financiación aportada por el sindicato noruego de electricistas Eloigt y la Asociación de los Archivos de la Brigada Lincoln (ALBA) de Nueva York. Los propietarios del terreno facilitan la exhumación.
El verano de 1936 se desgasta ahíto de sangre. En un cortijo de la serranía nororiental de Cádiz la vida transcurre. Cristobalina Rojas tiene 15 años. Trabaja en El Baldío, en mitad de una paz de mentira que estalla en pedazos el 18 de septiembre de 1936.
Ese día varias personas secuestran a dos trabajadores de El Baldío: Remedios Partida Morilla (43 años) y su hijo José Rodríguez Partida (20). También la novia de éste, Rosa –se desconoce su identidad completa–, que sube a menudo a la sierra. Está embarazada de siete meses. El grupo se detiene a la altura de la carretera de la finca. Unos disparos cicatrizan en la memoria de Cristobalina.
En el año 2012, la ARMH trabaja en la localización de la fosa donde yacen Remedios, Rosa y José. Difícil acotar la sepultura en campo abierto. Hasta que aparece un testimonio clave, definitivo: el de Cristobalina Rojas, aquella joven testigo.
La fosa aparece "rápido, a un palmo de profundidad, casi en superficie", cuenta a eldiario.es el arqueólogo del proyecto de exhumación, René Pacheco. "En el vientre de una de las dos mujeres hay restos de cartílagos fosilizados que podrían pertenecer a un feto. Es el mismo esqueleto en el que aparecen una peineta, un peine y un anillo".
El estudio forense determinará si Rosa fue ejecutada en avanzado estado de gestación. La tierra, además, deparó un encuentro inesperado. Un cuarto cuerpo. "No sabemos de quién, aunque los testimonios orales apuntan a un ATS (enfermero) que estaba en el cortijo y del que no sabemos su nombre", apunta. Con ayuda de la antropología, la asociación espera "cerrar el círculo sobre esta persona".
Los esqueletos aparecen "bien conservados y con evidencias clarísimas de la causa de la muerte, con orificios y balas asociadas a la escena histórica del asesinato", relata el arqueólogo. Está claro, concluye, "que fueron asesinados con armas de fuego". Con estas pruebas, la ARMH ha interpuesto denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Alcalá del Valle. "Como siempre que aparecen restos humanos con signos de violencia", subraya Marco González.
En El Baldío aparece "la policía judicial y forense. No sabemos qué hará el juzgado, pero en el 90% de los casos suelen llegar como sobreseídos". Los restos óseos han sido trasladados al laboratorio que la ARMH tiene en Ponferrada (León) para practicar un estudio antropológico. El resultado será cotejado con muestras de ADN tomadas a familiares.
"Todo esto", denuncia la asociación memorialista, "es un trabajo de la sociedad civil y muchos voluntarios". Y deben ser, dicen, "las administraciones quienes se hagan cargo". Casi ocho décadas después del alzamiento golpista, España desoye el mandato de Naciones Unidas de derogar la ley de Amnistía e investigar los crímenes del franquismo. Tampoco atiende el requerimiento, a un océano de distancia, de la denominada Querella Argentina.
Un pendiente, un anillo, botas raídas por el tiempo. Proyectiles, huesos fracturados. Una ejecución múltiple. La fosa exhumada en El Baldío, una finca privada de Alcalá del Valle (Cádiz), deja al descubierto el terror fundacional del franquismo. Y una clave que salpica desde la primera guerra que provocó (y ganó) el fascismo en el mundo: España está sembrada con cientos de fosas sin abrir en las que reposan miles de víctimas.
El mapa de fosas del Gobierno de España cifra en 2.000 las sepulturas ilegales tras las ejecuciones en la Guerra Civil y la dictadura. Es el cálculo más optimista. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) el número puede alcanzar el doble. Como recuento global de intervenciones, solo aparece el de la Sociedad de Ciencias Aranzadi: 332 (del año 2000 a finales de 2012) con restos óseos recuperados de unos 6.300 desaparecidos que incluyen los 2.840 del cementerio de Málaga.
A ese ritmo –la media no llega a 30 fosas al año–, la sociedad española cerraría la cicatriz en décadas. La impresión de trabajo incesante sobre la tierra, de existir, no es más que un efecto. Un leve goteo que mantienen asociaciones de derechos humanos y familiares de desaparecidos forzados frente al abandono institucional a las víctimas del golpismo, a las más de 100.000 personas que yacen en cunetas.
Pero "no hay un estudio serio sobre el número de fosas que hay en España", refiere el vicepresidente de la ARMH, Marco González. Varias comunidades autónomas han trabajado en su propia cartografía de la ignominia, "pero no están todas". El caso de El Baldío ni siquiera constaba en el mapa oficial andaluz.
Sirve de ejemplo la exhumación en la hacienda gaditana por la suma de voluntades que evidencia la desidia institucional. El trabajo arqueológico es posible por la intervención de la ARMH y la financiación aportada por el sindicato noruego de electricistas Eloigt y la Asociación de los Archivos de la Brigada Lincoln (ALBA) de Nueva York. Los propietarios del terreno facilitan la exhumación.
El verano de 1936 se desgasta ahíto de sangre. En un cortijo de la serranía nororiental de Cádiz la vida transcurre. Cristobalina Rojas tiene 15 años. Trabaja en El Baldío, en mitad de una paz de mentira que estalla en pedazos el 18 de septiembre de 1936.
Ese día varias personas secuestran a dos trabajadores de El Baldío: Remedios Partida Morilla (43 años) y su hijo José Rodríguez Partida (20). También la novia de éste, Rosa –se desconoce su identidad completa–, que sube a menudo a la sierra. Está embarazada de siete meses. El grupo se detiene a la altura de la carretera de la finca. Unos disparos cicatrizan en la memoria de Cristobalina.
En el año 2012, la ARMH trabaja en la localización de la fosa donde yacen Remedios, Rosa y José. Difícil acotar la sepultura en campo abierto. Hasta que aparece un testimonio clave, definitivo: el de Cristobalina Rojas, aquella joven testigo.
La fosa aparece "rápido, a un palmo de profundidad, casi en superficie", cuenta a eldiario.es el arqueólogo del proyecto de exhumación, René Pacheco. "En el vientre de una de las dos mujeres hay restos de cartílagos fosilizados que podrían pertenecer a un feto. Es el mismo esqueleto en el que aparecen una peineta, un peine y un anillo".
El estudio forense determinará si Rosa fue ejecutada en avanzado estado de gestación. La tierra, además, deparó un encuentro inesperado. Un cuarto cuerpo. "No sabemos de quién, aunque los testimonios orales apuntan a un ATS (enfermero) que estaba en el cortijo y del que no sabemos su nombre", apunta. Con ayuda de la antropología, la asociación espera "cerrar el círculo sobre esta persona".
Los esqueletos aparecen "bien conservados y con evidencias clarísimas de la causa de la muerte, con orificios y balas asociadas a la escena histórica del asesinato", relata el arqueólogo. Está claro, concluye, "que fueron asesinados con armas de fuego". Con estas pruebas, la ARMH ha interpuesto denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Alcalá del Valle. "Como siempre que aparecen restos humanos con signos de violencia", subraya Marco González.
En El Baldío aparece "la policía judicial y forense. No sabemos qué hará el juzgado, pero en el 90% de los casos suelen llegar como sobreseídos". Los restos óseos han sido trasladados al laboratorio que la ARMH tiene en Ponferrada (León) para practicar un estudio antropológico. El resultado será cotejado con muestras de ADN tomadas a familiares.
"Todo esto", denuncia la asociación memorialista, "es un trabajo de la sociedad civil y muchos voluntarios". Y deben ser, dicen, "las administraciones quienes se hagan cargo". Casi ocho décadas después del alzamiento golpista, España desoye el mandato de Naciones Unidas de derogar la ley de Amnistía e investigar los crímenes del franquismo. Tampoco atiende el requerimiento, a un océano de distancia, de la denominada Querella Argentina.
Foto. La policía yanqui de ronda en un coche. |
En
lo que va de año la policía de EEUU ha matado a más de 600
personas
La policía de Estados Unidos ha matado desde el 1 de enero de 2015 a más de 600 personas, 100 de ellas en marzo, informaron fuentes oficiales.
Como el caso más reciente ocurrido cabe referirse a Joseph Sheldon Hutcheson, de 48 años de edad, un hombre que en busca de ayuda de la policía murió después de perder la consciencia cuando un agente le puso la rodilla sobre el cuello en una cárcel del condado de Dallas, en el estado suroriental de Texas.
El 30 de abril de 2014, el policía Christopher Manney disparó 14 veces contra Dontre Hamilton, de 31 años, quien estaba desarmado. En julio, Eric Garner, de 43 años, murió luego de ser estrangulado por el policía blanco Daniel Pantaleo. Un mes después, el agente Darren Wilson asesinó al joven estadounidense Michael Brown, de 18 años, en Ferguson, Missouri, San Luis.
El 17 de junio de 2015, Dylann Storm Roof, de 21 años, disparó contra la feligresía de la iglesia africana metodista Emmanuel AME, en la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur, y asesinó a nueve personas. En lo que va de año, al menos 7491 personas han muerto y 15.103 han resultado heridas como consecuencia de la violencia armada en EE.UU., según un balance de la organización Gun Violence Archive (GVA).
La policía de Estados Unidos ha matado desde el 1 de enero de 2015 a más de 600 personas, 100 de ellas en marzo, informaron fuentes oficiales.
Como el caso más reciente ocurrido cabe referirse a Joseph Sheldon Hutcheson, de 48 años de edad, un hombre que en busca de ayuda de la policía murió después de perder la consciencia cuando un agente le puso la rodilla sobre el cuello en una cárcel del condado de Dallas, en el estado suroriental de Texas.
El 30 de abril de 2014, el policía Christopher Manney disparó 14 veces contra Dontre Hamilton, de 31 años, quien estaba desarmado. En julio, Eric Garner, de 43 años, murió luego de ser estrangulado por el policía blanco Daniel Pantaleo. Un mes después, el agente Darren Wilson asesinó al joven estadounidense Michael Brown, de 18 años, en Ferguson, Missouri, San Luis.
El 17 de junio de 2015, Dylann Storm Roof, de 21 años, disparó contra la feligresía de la iglesia africana metodista Emmanuel AME, en la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur, y asesinó a nueve personas. En lo que va de año, al menos 7491 personas han muerto y 15.103 han resultado heridas como consecuencia de la violencia armada en EE.UU., según un balance de la organización Gun Violence Archive (GVA).
Poster. "Paco Cela Seoane. Preso comunista do PCE(r)". |
Poesía
de Francisco Cela Seoane
POEMAS
QUE BUSCAN LA LUZ
Dejad
que las grandes frases
se
consuman en los despachos.
Que
las cuelguen en paredes
con
marcos ensangrentados.
La
historia está hecha de gemidos,
de
noches afiladas de fantasmas,
con
los rostros quebrados en el inicio de la mirada.
Dejad
ya que la luz
trasvase
las compuertas de vuestra alma.
Todos
sabemos que el crepúsculo
remonta
ya la montaña
y
que ha llegado la hora
de
iniciar el camino de la luz y la esperanza.
¡Que
se caigan las máscaras!
y
que nadie rehuya los lindos ojos de la muchacha.
De
aquí no se sale
sin
el brillo de una ilusión en los párpados,
ni
la sonrisa de una esperanza en los labios.
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