Poster. "Juan García Martín. Preso comunista del PCE(r)" |
Memoria
histórica
Artículo
en: El Otro País nº 80, diciembre 2016
La
nueva amnesia interesada
Juan
García Martín / Preso Político del PCE(r)
Veo
por doquier libros, documentos y reportajes, imágenes incluidas,
sobre la Memoria Histórica de los miles y miles de represaliados
habidos durante y tras la guerra del 36, en la larga postguerra, en el fascismo presidido por Franco. Eso está bien. Ver en blanco y
negro, oír y ver por los Media lo que nos susurraban con miradas
temerosas nuestros abuelos y padres -¡ellos nunca perdieron la
memoria!- es siempre satisfactorio, reconfortante y hasta emotivo...
aunque sea 60 o 70 años y tras
un vergonzoso periodo de amnesia interesada durante toda la
Transición.
Teníamos
una deuda con todos aquellos y aquellas que dieron su vida, su
integridad física y psicológica, y su libertad para la causa de la
democracia que representó la II República, con sus familiares,
con toda esa generación de trabajadores que quedó diezmada por el
terror fascista.
Sin
embargo, en la mayoría de los foros restauradores de la Memoria
parece que las detenciones, las torturas, los encarcelamientos y las
ejecuciones sumarias de sindicalistas, antifascistas, comunistas y
nacionalistas se pararon milagrosamente en 1978 con la Constitución
monárquica.
Viene
todo esto a colación porque en el número 79 de “El Otro País”,
que recoge un merecido homenaje al joven Cipriano Martos, hay una no
menos merecida extensión de ese reconocimiento
por parte de Ángel Escarpa “a todos aquellos que fueron
precipitados en el más brutal de los olvidos por el poder estatal”.
Pues bien, en su relación de crímenes fascistas, apenas hace una
referencia posterior a 1978, saltando de “la
España de Franco” a “la España de Rajoy” ¡Bien por captar
esa continuidad!, pero... ¿en medio no pasó nada? Tras la muerte de
Franco y en plena “democracia” ¿no se siguió torturando? (ver
los informes de la ONU a Estrasburgo al respecto). ¿No se siguió
asesinando a antifascistas y nacionalistas? (repasemos la hemeroteca
de los años 80 y 90). ¿No hubo desaparecidos? (Lasa, Zabala,
Naparra...) ¿No aumentó el número de presos políticos hasta
llegar a superar al que había cuando se dictaron las Amnistías de
1976 y 1977?
Ante
este repetido silencio sobre lo ocurrido en este periodo de la
Transición, parece como si algunos estuvieran utilizando la “Memoria
Histórica” de la represión durante la dictadura de Franco
para tapar la represión sufrida por las organizaciones política
durante la llamada democracia en una especie de “nueva amnesia
interesada”. No es casual que una parte de los medios de
comunicación y los partidos que más se significaron en aquel
silencio de la Transición, ahora parece que hayan recobrado
milagrosamente la memoria.
¿Qué
razones puede haber para esta nueva campaña de silencio que vuelve a
cercenar la Memoria Histórica? Desde luego son varias en un asunto
tan complejo. Sin embargo, dejando de lado los casos de dejadez (se
ve que aún no es fácil navegar por determinadas paginas de
internet); de juventud (no vivieron esos años transitorios y se
limitan a lo más cómodo: “¿qué malo era
Franco”) o miedo (cuando aún viven víctimas y verdugos es difícil
tratar determinados casos), la mayoría de los motivos de esta nueva
amnesia, como en los años 70, están guiados por el interés; en el
fondo el mismo interés que llevó al PSOE o al PCE de
Carrillo y a sus acólitos a olvidar a cambio de obtener un lugar al
sol en la flamante democracia.
Foto. Página del artículo en "El Otro País" |
En
primer lugar, claro, están los intereses. Unos son de tipo
ideológicos. Desde un oportunismo de “izquierdas – ya saben
palabrería izquierdistas y actos derechistas- se ha hecho costumbre,
por ejemplo, que en sus declaraciones y proclamas ignoren
sistemáticamente a los represaliados pertenecientes al PCE(r) y los
GRAPO (¡si lo tienen bien merecido por estanilistas!);
y desde ese otro oportunismo claramente reformista e institucional se
ha adoptado el lenguaje del poder, tildando sistemáticamente de
“terroristas” a los presos políticos para
justificar su silencio cuando no para colaborar en su represión. Hay
casos, especialmente los de aquellos que aún ostentan el honroso
título de comunistas que con su silencio intentan evitar una
contradicción flagrante: ¿cómo pueden explicar que hoy haya
comunistas encarcelados, incluyendo al
secretario general del PCE(r), mientras ellos campan libremente e
incluso ocupan puestos en las instituciones? Algo
no cuadra ¿verdad?
Unos
y otros tienen buenos motivos para callar pues necesitan obviar los
orígenes sangrientos de la actual democracia que les ampara. ¿Cómo
seguir considerando una democracia a un régimen que ha heredado de
Franco no sólo su oligarquía, sus jueces y su policía, su ejército
y una parte significativa de sus políticos y sus modos de hacer
política, sino también la tortura, las largas condenas de cárcel
por motivos políticos y los asesinatos sumarios de aquellos que
precisamente más se han significado y desde el principio de la
Transición por denunciar esa continuidad del régimen de Franco? Si
es verdad que no hay democracia
sin “recuerdo, reparación y justicia” ¿Qué mierda de
democracia tenemos?
Por
fin están también esos intereses donde se mezcla lo político con
lo personal. En una época como la transición, donde tantas
deserciones y cambios de chaqueta se produjeron por parte de los
supuestos héroes y luchadores antifascistas, muchos de los cuales
pasaron a engrosar las filas de quiénes han medrado a la sombra de
la democracia y no resulta agradable que alguien les pregunte: ¿Y tu
dónde estabas mientras torturaban hasta la muerte en la comisaría a
España Vivas del PCE(r) o a Arregi, de ETA?
¿qué hacías o hicístes cuando asesinaron a golpes en la cárcel
de Carabanchel al anarquista Agustín Rueda? ¿De qué vivías cuando
asesinaron, desarmado, al dirigente del PCE(r),
Delgado de Codes, o había ejecuciones sumariales de comandos enteros
de ETA y GRAPO. ¿En qué foros denunciaste la muerte en huelga de
hambre de los presos políticos Crespo
Galende y Juan Manuel Sevillano? ¿Te echaste a la calle a protestar
por los crímenes de los GAL?
Algún
día habrá que hacer también la historia de esos emboscados en la
democracia transicional que, ahora, al calor de la crisis de ese
Estado, y quizás por la falta de pesebres ocasionada por los
recortes, se suben al carro de la Memoria Histórica y se ponen
medallas por supuestamente haber sido torturados
por Billy el Niño sin haber movido un dedo durante décadas para
evitar que otros siguieran siendo torturados.
Aplaudimos
los esfuerzos para desenterrar y mostrar la Memoria
Histórica
de los crímenes de la etapa franquista del régimen.
Sin embargo,
cabe preguntarse, ¿habrán de pasar otros 50 años para que, con
igual afán reparador de una injusticia, se hable de los caídos,
encarcelados y torturados por luchar en favor de la causa
obrera y popular democrática desde la Transición acá?Su ejemplo y memoria lo reclaman.
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