Foto. Cárcel en Brasil, a rebosar de presos. |
Más
muertes en cárceles brasileñas
Al
menos 30 reclusos perdieron la vida en un nuevo motín en una cárcel
cerca de Natal, noreste de Brasil. Tres de las víctimas fueron
decapitadas en esta revuelta estallada la tarde del sábado 14 en la
Penitenciaría Estadual de Alcaçuz.
El evento se desató después de que los presos de uno de los pabellones invadieran el pabellón donde estaban recluidos los miembros de un grupo criminal rival.
“Por lo que pudimos ver, podemos afirmar que hay al menos tres presos muertos porque pudimos ver sus cabezas”, anunció el coordinador de Administración Penitenciaria de Río Grande del Norte, Zemilton Silva.
La policía rodeó la cárcel y bloqueó las salidas, pero ingresa este domingo en este centro ya que los reclusos están fuera de sus celdas y armados.
Esto se produjo unos días después de que un centenar de reos fueran asesinados en otras cárceles en el norte de Brasil. Los especialistas de la ONU han criticado en reiteradas ocasiones la sobrepoblación carcelaria en Brasil. La cárcel pública de Alcaçuz tiene capacidad para 620 presos pero alberga a unos 1100.
El evento se desató después de que los presos de uno de los pabellones invadieran el pabellón donde estaban recluidos los miembros de un grupo criminal rival.
“Por lo que pudimos ver, podemos afirmar que hay al menos tres presos muertos porque pudimos ver sus cabezas”, anunció el coordinador de Administración Penitenciaria de Río Grande del Norte, Zemilton Silva.
La policía rodeó la cárcel y bloqueó las salidas, pero ingresa este domingo en este centro ya que los reclusos están fuera de sus celdas y armados.
Esto se produjo unos días después de que un centenar de reos fueran asesinados en otras cárceles en el norte de Brasil. Los especialistas de la ONU han criticado en reiteradas ocasiones la sobrepoblación carcelaria en Brasil. La cárcel pública de Alcaçuz tiene capacidad para 620 presos pero alberga a unos 1100.
Portada periódico "o Diabo": "Soares devia ter sido interrogado". |
Mario
Soares; un lacayo del imperialismo
Darío
Herchhoren
En
Movimiento Político de Resistencia
La
noticia de la muerte de Mario Soares a los 92 años, me pone de
actualidad el nombre de un político particularmente odioso. La
revolución de los claveles que fue el 25 de abril de 1974,
tuvo un eco enorme en América Latina y significó sin duda un cambio
de enorme importancia en la política portuguesa.
En ese año de 1974, tuve la ocasión de reunirme en Montevideo con dos de los jefes de dicha revolución, que eran el Almirante Rosa Coutinho, y el Brigadier Otelo Saraiva de Carvalho, que viajaron de incógnito a Uruguay para reunirse con algunos de los apoyos que dicha Revolución tenía en Sudamérica.
Yo concurrí en representación de la organización político militar Montoneros, que por aquellos años ya estaba batallando contra la derecha peronista encarnada por el entonces ministro de Bienestar Social de Argentina José López Rega fundador de la criminal Triple A.
De esa guisa, recibí junto con los compañeros que me acompañaban una información valiosísima y tuve la oportunidad de valorar personalmente la arrolladora personalidad tanto de Rosa Coutinho como de Otelo Saraiva.
Otelo no era un militar de carrera y provenía de lo que eran las milicias universitarias que el salazarismo había copiado de España, y había sido nombrado por el gobierno de Marcelo Caetano sustituto de Salazar; jefe del COPCON, que era el Comando Operacional del Continente encargado de diseñar y operar la política colonial portuguesa en Africa y tratar de sofocar la rebelión de las colonias africanas en busca de su independencia.
En ese año de 1974, tuve la ocasión de reunirme en Montevideo con dos de los jefes de dicha revolución, que eran el Almirante Rosa Coutinho, y el Brigadier Otelo Saraiva de Carvalho, que viajaron de incógnito a Uruguay para reunirse con algunos de los apoyos que dicha Revolución tenía en Sudamérica.
Yo concurrí en representación de la organización político militar Montoneros, que por aquellos años ya estaba batallando contra la derecha peronista encarnada por el entonces ministro de Bienestar Social de Argentina José López Rega fundador de la criminal Triple A.
De esa guisa, recibí junto con los compañeros que me acompañaban una información valiosísima y tuve la oportunidad de valorar personalmente la arrolladora personalidad tanto de Rosa Coutinho como de Otelo Saraiva.
Otelo no era un militar de carrera y provenía de lo que eran las milicias universitarias que el salazarismo había copiado de España, y había sido nombrado por el gobierno de Marcelo Caetano sustituto de Salazar; jefe del COPCON, que era el Comando Operacional del Continente encargado de diseñar y operar la política colonial portuguesa en Africa y tratar de sofocar la rebelión de las colonias africanas en busca de su independencia.
Rosa
Coutinho era el almirante Jefe de Operaciones de la Flota de Guerra
de la marina portuguesa, y en tal carácter era el que daba las
instrucciones operativas a los buques militares portugueses que
operaban en puertos africanos.
Ambos fueron los jefes de la conspiración anti salazarista, que estalló el día 25 de abril de 1974 con la transmisión por Radio Renascenza de la canción Grándola Vila Morena del poeta José Zeca Afonso, que era la contraseña que puso en marcha la Revolución de los Claveles.
Dentro del grupo civil de apoyo a la revolución había personas como el inolvidable Alvaro Cunhal en aquel entonces Secretario General del Partido Comunista Portugués, que había logrado fugar de la prisión de Peniche, próxima a Lisboa, y Mario Soares, Secretario General del Partido Socialista, que estaba exiliado en Francia.
Marcelo Caetano era el fiel reflejo de Antonio de Oliveira Salazar, y quienes los conocían decían que la única diferencia entre ambos, era que Marcelo se había casado a diferencia del misógino y asexuado Salazar, y cuando los militares irrumpieron en su despacho del Palacio de Sao Bento y le tomaron prisionero, lo introdujeron en un coche y lo dejaron en su casa, porque vieron que no era capaz de entender que el salazarismo había caido.
Se nombró entonces un presidente provisional de la República, que en principio iba a ser el mariscal Antonio de Spínola, de innegable autoridad en el ejèrcito portugués, pero de origen aristocrático; pero finalmente se designó al Brigadier Vasco Lourenzo, que pertenecía al Partido Comunista.
El nuevo gobierno, inicia la reforma agraria, y liquida los grandes latifundios de la región del Alentejo, que es la Extremadura portuguesa e inicia una reforma urbana, entregando en propiedad las viviendas alquiladas; legalizan los partidos políticos, se retoman relaciones diplomáticas con la URSS y se reconoce al gobierno de Cuba; y lo más importante; se inician negociaciones con las colonias africanas para su independencia.
Todo esto puso en guardia a la vieja derecha, y también a los servidores del imperio. En nuestras conversaciones en Montevideo me explicaron que el Partido Socialista, y su "lider" Mario Soares era en realidad un informante de la CIA, que estaba en nómina de la CIA; es decir que recibía billetes de banco por su tarea. Todo esto culminó, cuando se produjo el relevo del brigadier Vasco Lourenzo, miembro del Partido Comunista que era el presidente de la República Portuguesa por el general Antonio Ramalho Eanes.
El demócrata Soares, viajó a Lages, la base que la OTAN tenía y tiene en las Azores, para solicitar su apoyo (intervención) para echar a Vasco Lourenzo. Ello precipitó su caída, y el ascenso del general Ramalho Eanes, que tuvo como primer ministro al propio Soares, evidentemente un otanista, y servidor lacayo del imperio.
En los años posteriores seguí mis contactos con Otelo Saraiva de Carvalho, y siempre me manifestaba que el general Ramalho Eanes, último presidente militar representante del movimiento de las fuerzas armadas, sentía un profundo desprecio por Soares, a quien consideraba simplemente un puto soplón, sin relieve alguno.
Este es el hombre que ha muerto, al cual le rinden homenaje otros miserables como Felipe González y el criminal Javier Solana.
Ambos fueron los jefes de la conspiración anti salazarista, que estalló el día 25 de abril de 1974 con la transmisión por Radio Renascenza de la canción Grándola Vila Morena del poeta José Zeca Afonso, que era la contraseña que puso en marcha la Revolución de los Claveles.
Dentro del grupo civil de apoyo a la revolución había personas como el inolvidable Alvaro Cunhal en aquel entonces Secretario General del Partido Comunista Portugués, que había logrado fugar de la prisión de Peniche, próxima a Lisboa, y Mario Soares, Secretario General del Partido Socialista, que estaba exiliado en Francia.
Marcelo Caetano era el fiel reflejo de Antonio de Oliveira Salazar, y quienes los conocían decían que la única diferencia entre ambos, era que Marcelo se había casado a diferencia del misógino y asexuado Salazar, y cuando los militares irrumpieron en su despacho del Palacio de Sao Bento y le tomaron prisionero, lo introdujeron en un coche y lo dejaron en su casa, porque vieron que no era capaz de entender que el salazarismo había caido.
Se nombró entonces un presidente provisional de la República, que en principio iba a ser el mariscal Antonio de Spínola, de innegable autoridad en el ejèrcito portugués, pero de origen aristocrático; pero finalmente se designó al Brigadier Vasco Lourenzo, que pertenecía al Partido Comunista.
El nuevo gobierno, inicia la reforma agraria, y liquida los grandes latifundios de la región del Alentejo, que es la Extremadura portuguesa e inicia una reforma urbana, entregando en propiedad las viviendas alquiladas; legalizan los partidos políticos, se retoman relaciones diplomáticas con la URSS y se reconoce al gobierno de Cuba; y lo más importante; se inician negociaciones con las colonias africanas para su independencia.
Todo esto puso en guardia a la vieja derecha, y también a los servidores del imperio. En nuestras conversaciones en Montevideo me explicaron que el Partido Socialista, y su "lider" Mario Soares era en realidad un informante de la CIA, que estaba en nómina de la CIA; es decir que recibía billetes de banco por su tarea. Todo esto culminó, cuando se produjo el relevo del brigadier Vasco Lourenzo, miembro del Partido Comunista que era el presidente de la República Portuguesa por el general Antonio Ramalho Eanes.
El demócrata Soares, viajó a Lages, la base que la OTAN tenía y tiene en las Azores, para solicitar su apoyo (intervención) para echar a Vasco Lourenzo. Ello precipitó su caída, y el ascenso del general Ramalho Eanes, que tuvo como primer ministro al propio Soares, evidentemente un otanista, y servidor lacayo del imperio.
En los años posteriores seguí mis contactos con Otelo Saraiva de Carvalho, y siempre me manifestaba que el general Ramalho Eanes, último presidente militar representante del movimiento de las fuerzas armadas, sentía un profundo desprecio por Soares, a quien consideraba simplemente un puto soplón, sin relieve alguno.
Este es el hombre que ha muerto, al cual le rinden homenaje otros miserables como Felipe González y el criminal Javier Solana.
Foto. (Banderas comunista, PCE(r), galega y Popular en la arena, extendidas) |
Homenaje
a Rufino, solidario y militante comunista
Boas
familia: Hoxe estamos con vos: con Brandán, con Aldara, con Brais e
contigo, Maribel. Pero, por enriba de todo, estamos con Rufino ou,
máis ben, el está con todos nós, porque estamos a facer o que el
quería que fixéramos, o que tanto lle gustaba: reunirnos e falar, e
compartir experiencias e intercambiar opinións.
Foto. (Rufino con 3 jóvenes) |
Rufino:
home do pobo, sinxelo, humano, entrañable, leal, solidario,
militante comunista… Comunista, si.
Porque
hai comunistas que están activos durante toda a súa vida: axitan,
fan propaganda, crean organización, avanzan Revolución. Son os
homes e mulleres da vangarda. E hai comunistas que apoian
constantemente o traballo deses homes e mulleres. Coma el. Se non
estivera connosco, mesmo nos tempos máis difíciles, non poderíamos
desenvolver moitas das cousas que levamos adiante: acolleunos sempre
que o precisamos, recibía e discutía a propaganda, pagaba a cuota,
solidarizábase cos presos e, sempre que podía, acudía a todos os
actos políticos que se convocaban con toda a familia:
manifestacións, ceas solidarias… E o máis importante: sempre,
dende aqueles tempos de Santiago en que tomou contacto co PCE(r),
defendeu a liña do Partido, a liña da resistencia.
Foto. (Banderones Popular y comunista en las rocas, frente al mar) |
Sempre.
Ata o día mesmo en que nos deixou. O tiña moi claro: Non quería
duelo ao uso. Quería –e así o tivo– a súa bandeira: a bandeira
roxa e a da República Popular. E hoxe voou no seu Océano onde
navegará ata a vitoria. Porque na vitoria nos atoparemos con todos
os camaradas caídos, cos asasinados e os enterrados nas cunetas da
guerra civil, cos torturados a asasinados nas comisarías, nos
cuarteis da picoletada e nas cadeas, cos axustizados das bandas
parapoliciais, cos obreiros
asasinados
polo terrorismo patronal... Aí estaremos todos. Ata entón,
camarada, seguiremos na loita, contigo en cada un de nós.
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