Cartel CSRP. "Artellando solidariedade. Loiando pola amnistía e contra a represión" (12 fotos pres@s PCE(r), GRAPO, independentistas vasc@s, anarquista...) |
Campaña
del CSRP para socializar la situación de l@s pres@s polític@s
O
Comité de Solidariedade cas Represaliadas Políticas de Compostela
inicia unha campaña de denuncia e socialización da situación das
presas políticas e da importancia da loita pola amnistía.
-Artellando
solidariedade, loitando contra a represión e pola amnistía-
Dende
o CSRP facemos un chamamento a concienciarse coa situación na que
se atopan os presas politicas. Persoas que permanecen encerradas
tras as reixas deste tan democrático Estado a causa de
loitar dun xeito ou outro por trasformar a realidade política e
social que todas nos padecemos a diario.
A
diagnose da sua situación, así como a loita pola amnistía, non
debería deixar indiferente a ninguén, pois á xa de por sí dura
privación da liberdade hai que engadirlle toda unha serie de medidas
excepcionais ás que son sometidos as presas co obxetivo de doblegar
a súa resistencia: o réxime FIES, a desatención médica en
prisión, a dispersión que obriga a familiares e solidarios a ter
que facer centos de kilometros, os continuos cacheos e humillacións
en prisión etc.
Ante
esta realidade é preciso artellar un movemento antirrepresivo amplo
e unitario que se solidarice con todas as presas políticas ao marxe
de que sexan militanes comunistas, independentistas, anarquistas,
sindicalistas… Así como indiferentemente das sucias acusacións
dos tribunais deste Estado represor. Debemos deste xeito loitar por
convertir a amnistía nunha reivindicación central do conxunto
movemento popular e antirrepresivo, isto é, a consecución da
liberación das presas políticas, a anulación dos sumarios dos
xuízos políticos e a derrogación da lexislación represiva con
todas as suas consecuencias. Todo, sempre coa perspectiva da
superación das problemáticas que levaron a existencia destas
represaliadas políticas.
Se
a súa represión non é selectiva, por qué ía selo a nosa
solidariedade?
Amnistía total para @s pres@s por loitar!
CSRP
Monumento a l@s niñ@s del programa Lebensborn. (decenas de figuras de niñ@s agrupados) |
Memoria
Histórica:
Los
nazis secuestraron a miles de niños soviéticos
De 1941 a 1944, según el programa Lebensborn los nazis se llevaron a cientos de miles de niños de la Unión Soviética, de Serbia, de la República Checa y de Polonia, para convertirlos en 'verdaderos arios'. Todavía se encuentran oficialmente en proceso de búsqueda, aunque hace tiempo que nadie se ocupa de ella.
En 1935, en la Alemania nazi empezó a funcionar el programa Lebensborn ('fuente de vida', en alemán). Su fundador y principal ideólogo fue Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS y uno de los colaboradores más cercanos de Hitler.
De acuerdo con los dictados de las SS, los padres de los niños que en el futuro debían gobernar el mundo tenían que ser descendientes de arios, es decir, rubios y de ojos azules. El niño nacido de tal unión debía tener esas características raciales, esa era la noción que la élite nazi tenía sobre el ideal de hombre del futuro.
El precursor del proyecto Lebensborn fue la organización 'Madre e Hijo', creada en 1934 y que daba la oportunidad a las madres solteras de dar a luz a los niños en centros de acogida, después de lo cual el Estado se hacía cargo del cuidado de ambos. 'Madre e Hijo fue' uno de los eslabones de la política demográfica oficial nazi destinada a reducir el número de abortos y un aumento del número de futuros soldados del Reich.
A los niños que no tenían aspecto ario les esperaba la muerte en la cámara de gas. Su número, según cálculos aproximados, comprendía alrededor del 80% de todos los niños evacuados.
Las mujeres más adecuadas para los 'futuros gobernantes del mundo', además de las alemanas eran procedentes de los países escandinavos. Entre ellas se daba preferencia a las noruegas, con el argumento de que los descendientes de los antiguos vikingos correspondían aproximadamente a la pura sangre aria y también podían proporcionar al Führer ciudadanos ejemplares.
Pero, como incluso los noruegos no conseguían 'aumentar la raza aria' al ritmo necesario, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se propuso ampliar el alcance del programa.
Se observó que en los estados eslavos ocupados, había muchas rubias jóvenes, que podían ser llevadas a Alemania y ser educadas en el 'espíritu ario'. Así empezaron a seleccionar a niños con un aspecto parecido al de la supuesta raza superior para llevarlos a los territorios ocupados. A sus padres a menudo los mataban, y los bebés los entregaban a los centros especiales de acogida alemanes.
Las primeras víctimas del programa Lebensborn entre los eslavos fueron los niños polacos, ya que Himmler y sus subordinados trataron de 'germanizar' Polonia y destruir por completo la identidad nacional polaca. Según datos de Varsovia, en los años de guerra fueron desplazados por la fuerza entre 150.000 y 200.000 niños polacos.
A los niños de "apariencia nórdica" de los países eslavos (Serbia, República Checa, Polonia y la URSS) los llevaron a un campo de concentración infantil en Lodz, Polonia, con capacidad para hasta 20.000 personas. A la labor se unieron los médicos y el personal experto que determinarían el 'valor racial' de cada niño: tenían que corresponder a la 'raza superior' por el color de los ojos y el cabello, la forma del cráneo, la estatura, y también disfrutar de una buena salud.
Los niños 'aprobados', con edades de entre dos meses a seis años, eran enviados a los refugios de distribución donde se les sometía a un programa de 'germanización inicial': falsificaron completamente sus documentos, que indicaban que eran 'huérfanos cuyos padres habían muerto por Hitler y por la gran Alemania', y les dieron nuevos nombres, alemanes evidentemente.
De 1941 a 1944, según el programa Lebensborn los nazis se llevaron a cientos de miles de niños de la Unión Soviética, de Serbia, de la República Checa y de Polonia, para convertirlos en 'verdaderos arios'. Todavía se encuentran oficialmente en proceso de búsqueda, aunque hace tiempo que nadie se ocupa de ella.
En 1935, en la Alemania nazi empezó a funcionar el programa Lebensborn ('fuente de vida', en alemán). Su fundador y principal ideólogo fue Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS y uno de los colaboradores más cercanos de Hitler.
De acuerdo con los dictados de las SS, los padres de los niños que en el futuro debían gobernar el mundo tenían que ser descendientes de arios, es decir, rubios y de ojos azules. El niño nacido de tal unión debía tener esas características raciales, esa era la noción que la élite nazi tenía sobre el ideal de hombre del futuro.
El precursor del proyecto Lebensborn fue la organización 'Madre e Hijo', creada en 1934 y que daba la oportunidad a las madres solteras de dar a luz a los niños en centros de acogida, después de lo cual el Estado se hacía cargo del cuidado de ambos. 'Madre e Hijo fue' uno de los eslabones de la política demográfica oficial nazi destinada a reducir el número de abortos y un aumento del número de futuros soldados del Reich.
A los niños que no tenían aspecto ario les esperaba la muerte en la cámara de gas. Su número, según cálculos aproximados, comprendía alrededor del 80% de todos los niños evacuados.
Las mujeres más adecuadas para los 'futuros gobernantes del mundo', además de las alemanas eran procedentes de los países escandinavos. Entre ellas se daba preferencia a las noruegas, con el argumento de que los descendientes de los antiguos vikingos correspondían aproximadamente a la pura sangre aria y también podían proporcionar al Führer ciudadanos ejemplares.
Pero, como incluso los noruegos no conseguían 'aumentar la raza aria' al ritmo necesario, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se propuso ampliar el alcance del programa.
Se observó que en los estados eslavos ocupados, había muchas rubias jóvenes, que podían ser llevadas a Alemania y ser educadas en el 'espíritu ario'. Así empezaron a seleccionar a niños con un aspecto parecido al de la supuesta raza superior para llevarlos a los territorios ocupados. A sus padres a menudo los mataban, y los bebés los entregaban a los centros especiales de acogida alemanes.
Las primeras víctimas del programa Lebensborn entre los eslavos fueron los niños polacos, ya que Himmler y sus subordinados trataron de 'germanizar' Polonia y destruir por completo la identidad nacional polaca. Según datos de Varsovia, en los años de guerra fueron desplazados por la fuerza entre 150.000 y 200.000 niños polacos.
A los niños de "apariencia nórdica" de los países eslavos (Serbia, República Checa, Polonia y la URSS) los llevaron a un campo de concentración infantil en Lodz, Polonia, con capacidad para hasta 20.000 personas. A la labor se unieron los médicos y el personal experto que determinarían el 'valor racial' de cada niño: tenían que corresponder a la 'raza superior' por el color de los ojos y el cabello, la forma del cráneo, la estatura, y también disfrutar de una buena salud.
Los niños 'aprobados', con edades de entre dos meses a seis años, eran enviados a los refugios de distribución donde se les sometía a un programa de 'germanización inicial': falsificaron completamente sus documentos, que indicaban que eran 'huérfanos cuyos padres habían muerto por Hitler y por la gran Alemania', y les dieron nuevos nombres, alemanes evidentemente.
Foto. Hitler rodeado de 9 niños y niños "arios". |
Luego
les enseñaban la lengua, y si se les escapaba cualquier palabra en
el idioma nativo los golpeaban sin piedad. De esta manera los niños
desarrollaban un reflejo condicionado: solo debían hablar alemán,
de esa manera no los golpearían. En este caso, eran bien cuidados,
alimentados y vigilaban su salud constantemente al tiempo que les
recalcaban: "Esto lo hacemos porque tú has sido elegido como
representante de la raza aria".
Por regla general, la 'germanización' llevaba unos tres o cuatro meses, después de lo cual entregaban al niño a una familia de acogida, y se mantenía en secreto el origen eslavo del acogido.
Y como en un principio el Lebensborn fue creado como una red de centros de acogida para los niños alemanes ilegítimos, los padres adoptivos estaban seguros de que adoptaban un bebé de 'raza aria'. Los inspectores de las SS y los médicos del Lebensborn visitaban regularmente los hogares de acogida y las condiciones de control y la crianza de los niños en el 'espíritu ario'.
Después de la victoria aliada en 1945, cientos de miles de niños eslavos quedaron en esa zona de Alemania, donde entraron las tropas estadounidenses.
Entonces, cayó en manos de los estadounidenses una pequeña parte del archivo Lebensborn. Más tarde, en 1947, investigadores del Ejército de EEUU llevaron a cabo interrogatorios a los niños traídos de los países eslavos por las SS, con el fin de averiguar si querían volver a casa o no.
Pero los niños más pequeños no recordaban el pasado, habían olvidado su lengua materna, se consideraban realmente alemanes y tenían miedo de separarse de sus padres adoptivos. Por su parte, los niños algo mayores eran literalmente zombis de la 'germanización': el Lebensborn les había inculcado para siempre la idea de que ser ario significaba la felicidad.
Como resultado, los aliados dieron por terminada rápidamente su investigación, y tan sólo el 2-3% de los niños 'transformados' regresó a su casa.
El director del Lebensborn, el jefe de regimiento de las SS, Max Zollman, fue llevado ante el tribunal de Nüremberg en 1947 y recibió una sentencia inferior a tres años de cárcel "por haber sido miembro de las SS".
Zollman fue capaz de demostrar a la corte que el Lebensborn era una organización de caridad que no secuestró en absoluto a niños, y "los salvó de los horrores de la guerra."
Hoy en Alemania, hay cientos de miles de niños descendientes de los niños eslavos evacuados en la guerra. Desconocer sus orígenes y es poco probable que lleguen a saberlo.
Fuente:
Por regla general, la 'germanización' llevaba unos tres o cuatro meses, después de lo cual entregaban al niño a una familia de acogida, y se mantenía en secreto el origen eslavo del acogido.
Y como en un principio el Lebensborn fue creado como una red de centros de acogida para los niños alemanes ilegítimos, los padres adoptivos estaban seguros de que adoptaban un bebé de 'raza aria'. Los inspectores de las SS y los médicos del Lebensborn visitaban regularmente los hogares de acogida y las condiciones de control y la crianza de los niños en el 'espíritu ario'.
Después de la victoria aliada en 1945, cientos de miles de niños eslavos quedaron en esa zona de Alemania, donde entraron las tropas estadounidenses.
Entonces, cayó en manos de los estadounidenses una pequeña parte del archivo Lebensborn. Más tarde, en 1947, investigadores del Ejército de EEUU llevaron a cabo interrogatorios a los niños traídos de los países eslavos por las SS, con el fin de averiguar si querían volver a casa o no.
Pero los niños más pequeños no recordaban el pasado, habían olvidado su lengua materna, se consideraban realmente alemanes y tenían miedo de separarse de sus padres adoptivos. Por su parte, los niños algo mayores eran literalmente zombis de la 'germanización': el Lebensborn les había inculcado para siempre la idea de que ser ario significaba la felicidad.
Como resultado, los aliados dieron por terminada rápidamente su investigación, y tan sólo el 2-3% de los niños 'transformados' regresó a su casa.
El director del Lebensborn, el jefe de regimiento de las SS, Max Zollman, fue llevado ante el tribunal de Nüremberg en 1947 y recibió una sentencia inferior a tres años de cárcel "por haber sido miembro de las SS".
Zollman fue capaz de demostrar a la corte que el Lebensborn era una organización de caridad que no secuestró en absoluto a niños, y "los salvó de los horrores de la guerra."
Hoy en Alemania, hay cientos de miles de niños descendientes de los niños eslavos evacuados en la guerra. Desconocer sus orígenes y es poco probable que lleguen a saberlo.
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