Cartas
desde prisión:
Israel
Clemente López
“Cárcel
de Botafuego, Algeciras (Cádiz). 4 de noviembre de 2011
¡Ese
colega!
¿Cómo
va esa vida?
Por
aquí ha habido algunos cambios. Ahora estoy en otro módulo. Es un
módulo casi todo de extranjeros y aprovecho para hablar bastante en
francés e inglés. Estoy con tres compas vascos, uno de ellos, que
es de Bilbo, te conoce. Coincidisteis en Carabanchel hace mil años.
Te manda recuerdos.
Mi
rutina, como bien puedes imaginar, sigue siendo la habitual:
lecturas, estudios, deporte diario para mantenerme mínimamente en
forma… La verdad es que el tiempo se pasa volando. Sigo con el
Derecho, pero como hábito masoquista; procuro que no me quite
excesivo tiempo. Aprobé Derecho Romano y ya he cogido este curso
alguna asignatura de 2º. Salí cabreado del examen porque no me dio
tiempo de releer lo que había escrito y luego saqué un 8; me está
entrando complejo de eterno descontento, en fin.
Ahora
me estoy hinchando a leer lo que me apetece. He devorado bastante
novela negra, ya conoces mi afición al género.
También
me he centrado en una serie de libros que conseguí de la editorial
Templando el Acero. Uno sobre la historia de las diversas
manipulaciones occidentales-burguesas sobre la II Guerra Mundial y la
decisiva aportación soviética al triunfo de la misma, de un
historiador militar de la URSS, que está bastante bien. Se titula
“La II Guerra Mundial: Mito y realidad”. Desmonta los
mitos anticomunistas en torno a la misma.
Ahora
mismo estoy releyendo “Otra mirada sobre Stalin” de Ludo
Martens. La había leído en francés en la edición original hace
años, pero se me hacía necesario refrescarla. Me viene bien de
complemento-guía, para el contexto histórico, a un tomo de casi mil
páginas de Stalin sobre la construcción del socialismo en la URSS
que abarca desde mediados de los años 20 hasta casi las vísperas de
la guerra mundial. Como ves, no me falta lectura pendiente. No me
puedo quejar.
Pero
el libro que más me ha hecho cavilar y reflexionar ha sido otro de
esta misma editorial titulado “¿Leninismo o Maoísmo?”,
escrito por un ex-maoísta peruano, que viene a poner a caer de un
burro la práctica totalidad de la obra y aportaciones de Mao Zedong.
Me ha parecido una lectura de gran interés. Exige una gran atención
y esfuerzo, pues en mi opinión su lectura precisa de una auténtica
labor de criba ideológica al combinar enfoques, críticas y
planteamientos correctos con otros que no lo parecen tanto. Por un
lado, tenemos planteamientos que parecen correctos, como lo son la
crítica a la Nueva Democracia y a la inclusión de la burguesía
nacional dentro de la categoría del “pueblo” (lo que a la postre
facilitaría enormemente el camino a la contrarrevolución
triunfante), la que hace a ciertos planteamientos subjetivistas y
voluntaristas en la época del Gran Salto, a la “chinización”
del marxismo, o acentuación de las “particularidades” chinas, a
la posterior deriva de la política exterior de la RPCH, la teoría
de los Tres Mundos, el abandono del M-L por un nacionalismo
populista, etc. etc.
Pero,
junto a todo esto, , el autor –un tal Sotomayor- despliega toda una
serie de argumentos que presentan un sospechoso tufillo a
“prosovietismo” brezneviano, como son una sobredimensión de las
posibilidades de lucha pacífica y legal bajo el imperialismo,
asociada a su crítica del “militarismo maoísta”, la defensa del
desarrollo de las fuerzas productivas, de la coexistencia pacífica
entre dos sistemas, un apego desmesurado a los formalismo legalistas
en los procesos revolucionarios, etc, etc.
Cuestión
candente y espinosa donde las haya –y una de las que más
cavilaciones me ha producido- es la crítica furibunda a la que
somete a la Revolución Cultural. Encuentro una tal mezcla de
enfoques aparentemente correctos con otros que no me lo parecen, lo
que es bastante lioso. Por un lado, es cierto que pretender un corte
absoluto con toda la cultura precedente tiene bastante de idealista y
metafísico y difiere bastante de lo avanzado por Lenin al respecto
acerca de la nueva cultura en el socialismo, pues ésta debía tomar
como base todos los aspectos progresistas de la cultura precedente y
desterrar los reaccionarios; no se sustentaba en el aire. Luego está
lo efímero de la Revolución Cultural, que parece señalar unas
bases realmente endebles de la misma, o bien la actuación en su seno
de líneas y fuerzas con intereses divergentes y hasta contrapuestos,
enmascarados por la fraseología del momento, ¿Cómo puede ser
anulado en tan breve tiempo un movimiento de masas tan amplio?
¿Carecía de una base social y política de sustentación? Si
miramos la cronología acelerada de los hechos es difícilmente
comprensible desde la fortaleza y entidad que le atribuimos a este
movimiento durante bastante tiempo. Me vienen a la cabeza las
críticas de Enver Hoxha en aquel período, cuando la catalogaba de
“revolución palaciega” y de “lucha de camarillas”, entre
otras lindezas.
Yo
no es que haya sido especialmente “mao”, pues la base de mi
formación juvenil la constituyeron las obras de Lenin, y lo único
que he estudiado de Mao Zedong han sido las cuestiones militares, su
teoría de la guerra prolongada, la lucha de guerrillas, de la que
hace una sistematización científica y coherente.
En
este sentido, pienso que la figura de Mao, sus aportes al M-L,
residen esencialmente en sus escritos militares y la formulación de
la Estrategia de Guerra Popular Prolongada. Para mí, esto es
intocable. Abandonando el terreno firme y contrastado de la GPP se
entra en una dinámica de vaivenes y zig-zags tacticistas que acaban
inevitablemente circunscribiendo la lucha guerrillera a las fases
estrictamente insurreccionales, con todo lo que ello implica.
Y
voy a ir cortando con el tema del maoísmo de marras, ya que si no,
lo que amenaza con convertirse en prolongada es esta carta.
Estoy
completamente de acuerdo con la caracterización que hace el colega
en su carta sobre el heterogéneo 15-M. Yo, globalmente, lo veo muy
positivo, abstrayéndome de las partes más mediatizadas,
posibilistas y hasta utópico-reaccionarias, que los medios burgueses
de intoxicación de masas vienen potenciando. Es un síntoma del
profundo descontento político y social, y de la reducción paulatina
que se ha ido produciendo en la base social del régimen. Es lógico
que un movimiento tan amplio y espontáneo adolezca de todas las
limitaciones y defectos imaginables. El movimiento espontáneo poco
más puede generar por sí sólo, sin la intervención del elemento
consciente, de la vanguardia… Pero este es tema aparte.
Todo
augura que dentro de nada tendremos flamante gobierno PPero por
mayoría absoluta. Pienso que, en lo fundamental, existe un verdadero
pacto de Estado entre estos y los socialfascistas. En las líneas
maestras de la política contrainsurgente barrunto que andan de
acuerdo; lo contrario sería difícil de concebir. Así que no espero
grandes cambios ni en la política “anti” ni en la gestión del
“proceso” vasco. Parece que la cosa discurre según el guión
previsto. Quizás una mayor ralentización en los tiempos, pues no se
sienten presionados y todo apunta a que van a intentar dilatar los
plazos al máximo. Recetario clásico contrainsurgente del de toda la
vida… nada novedoso. Van a tratar de rentabilizar al máximo cada
pequeño paso que den… como si fuera el no va más por su parte.
Cuanto más se prolonguen las mal llamadas cuestiones “técnicas”,
más se demorará el entrar en las políticas de fondo, de las que,
por descontado, los fachosos no quieren ni oír hablar.
Va
a ser una legislatura muy interesante, y no sólo por el tema vasco;
los PPeros van a tener que aplicar medidas muy impopulares a nivel
económico y laboral… y la crisis se sigue agudizando y
prolongando. El gobierno de turno se va a “quemar” a una
velocidad de vértigo y el futuro “recambio” está hoy por hoy
absolutamente desprestigiado. El régimen nacido del 78 da palpables
muestras de agotamiento y el “consenso social” se tambalea. Esto
comienza a parecerse al agotamiento del régimen de la Restauración
en el último tercio del siglo XIX y principios del XX, con el
bipartidismo entre Liberales y Conservadores y el sistema de “turno”
o alternancia en el gobierno, los pucherazos electorales y la
represión sistemática del movimiento obrero.
Bueno,
que ya me he enrollado demasiado. Para otra, más y mejor ¿vale?
Un
fuerte abrazo cargado de Resistencia.
¡Por
el Comunismo!
¡Venceremos!
Israel
Clemente López
Preso
Político de los GRAPO
CONVOCATORIAS VALENCIA, TARRAGONA, CASTELLÓN
CONVOCATORIA VITORIA-GASTEIZ