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| Foto. (Carlos y Carmen rodeados de solidarios) |
El
Tribunal de Estrasburgo ha comunicado a Carmen Bajo que rechaza el
recurso interpuesto por su defensa frente a la condena de cárcel de
tres años que le han impuesto por participar en un piquete de huelga
en 2012.
Durante la huelga general del 29 de marzo de aquel año se produjeron más de 200 detenciones de trabajadores en todo el Estado.
Bajo fue condenada, junto a Carlos Cano, a tres años de prisión y al pago de una multa de 3.600 euros por participar en uno de los piquetes de la huelga en Granada.
En la noche previa a la huelga, uno de los piquetes, formado por entre 50 y 70 trabajadores, recorrieron los bares de Granada. La Champagnería fue el segundo local que visitaron. “La idea era llegar y presionar un poco a la dueña para que cerrara el bar, y si no, pues irnos”, explicó Carlos Cano, el otro condenado por estos hechos.
La última reforma del Código Penal, en vigor desde julio de 2015, endureció los castigos contra los trabajadores que participen en huelgas, piquetes y luchas obreras.
El Código Penal español, aprobado en 1995, es tan fascista que califica a los piquetes como delitos “contra los trabajadores”. Sin embargo, el único testigo que la acusó en el juicio fue la empresaria dueña del bar.
Los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos son tan vagos que ni se han molestado en argumentar ni justificar su decisión de no admitir el recurso.
Durante la huelga general del 29 de marzo de aquel año se produjeron más de 200 detenciones de trabajadores en todo el Estado.
Bajo fue condenada, junto a Carlos Cano, a tres años de prisión y al pago de una multa de 3.600 euros por participar en uno de los piquetes de la huelga en Granada.
En la noche previa a la huelga, uno de los piquetes, formado por entre 50 y 70 trabajadores, recorrieron los bares de Granada. La Champagnería fue el segundo local que visitaron. “La idea era llegar y presionar un poco a la dueña para que cerrara el bar, y si no, pues irnos”, explicó Carlos Cano, el otro condenado por estos hechos.
La última reforma del Código Penal, en vigor desde julio de 2015, endureció los castigos contra los trabajadores que participen en huelgas, piquetes y luchas obreras.
El Código Penal español, aprobado en 1995, es tan fascista que califica a los piquetes como delitos “contra los trabajadores”. Sin embargo, el único testigo que la acusó en el juicio fue la empresaria dueña del bar.
Los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos son tan vagos que ni se han molestado en argumentar ni justificar su decisión de no admitir el recurso.
Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ya ha anunciado que el gobierno no tiene ninguna intención de indultar a la huelguista, que tendrá que entrar en la cárcel.
De:
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| Poster. "Paco Cela Seoane. Preso comunista do PCE(r)" |
Poemas
de Francisco Cela Seoane
AUN
ENCARCELADO LIBRE SE SIENTE
Quien
la libertad defiende,
aun
encarcelado,
libre
se siente;
que
el pensamiento
como
el viento transparente,
no
sabe de fronteras
ni
las alambradas le detienen.
Por
los ríos arteriales de mi frente
un
rugido de selvas, pájaros, madrugadas,
dinamitan
la luz mortecina de las cárceles;
y
la boca de la tiniebla
irremediablemente,
se
ahoga con el alborear de los mares.
Otro
rugido de libertad,
se
pone a bailar por la noche de mi sentimiento
donde
el rayo
pone
dos alas de fuego
sobre
este corazón
a
las ráfagas del Amor atento.
Quien
la justicia enarbola,
aun
con las manos atadas,
los
eslabones de las cadenas devora;
que
de sus dedos se alzan lanzas de cólera
para
ejecutar a los asesinos
de
la paz del pan y las amapolas.
Por
los ríos arteriales de mi frente,
un
rugido de bocas, uñas, dientes,
ferozmente
muerden
la
silueta del látigo y los grilletes.
Los
desplomados sobre la tierra
por
la explotación cruelmente,
cuelgan
en el viento
racimos
de furias fértiles.
Un
rugido de justicia,
en
la cordillera de mis cejas,
su
templo ha edificado
orientándolo
hacia la sonrisa del almendro.
Quien
de la igualdad hace estandarte,
en
sus ojos siembra claridades
de
hombres bañados
por
el semblante de la aurora.
Por
los ríos arteriales de mi frente
un
rugido de ardientes solidaridades planta,
en
el centro de mi pecho,
un
volcán matinal
que
dispara la savia de su lava
contra
las robustas torres
del
egoísmo y su fortaleza central.
Un
rugido de igualdad
ha
dejado,
por
las retinas de mis ojos,
la
claridad del horizonte;
y
una verbena de la luz
entierra
en mí sangre,
dulcemente,
al
hombre isla universo de soledad.
Diciembre,
92
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| Foto. (La Plaza Monumental a reventar de gente por la amnistía) |
Foto
con historia:
29
de febrero de 1936, 60.000 personas en la Plaza Monumental de Madrid,
durante el acto del Frente Popular para celebrar la promulgación de
la Amnistía lograda tras las elecciones del 16 de Febrero.
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| Foto. (niños y niñas trabajadores). |
Cartas
de lectorxs:
Trabajo
sin sueldo, a cambio de comida y un techo, otra forma de esclavismo
en España.
No
hablo de los bancos de tiempo, ni del cuidado de ancianos sin recurso
alguno que piden ayuda a cambio de dejarles una habitación y la
manutención alimenticia a quien les atienda, que ese sería otro
tema a debatir.Denuncio las cada vez más numerosas trampas de potenciación de otra forma de esclavismo y explotación laboral, que es el trabajo sin sueldo alguno, con el “pago” de comida y una cama, en el ámbito empresarial. Y se está dando no solo en ámbitos del trabajo doméstico, mucho más ocultables y “personalizados”, sino incluso en ámbitos de creación de riqueza directa, talleres, hostelería, fincas, venta callejera, cuidado de ganado y un largo etc. Para quien no entienda del tema, decir que son numerosos los anuncios, papelitos en locutorios, estaciones de metro... parecidos a este (real): “Necesito alguien que me ayude en taller mecánico de coches. Si sabe del tema, mejor. No puedo ofrecer sueldo, pero sí la comida diaria y una habitación habilitada.”. O este otro: “En el campo, en granja de animales, ofrecemos trabajo, a cambio de comida y techo. Sin remuneración económica.”. O este: “Se ofrece trabajo en verano en bar de costa, a cambio de vivienda y alimentación”...
Y debido a la brutal crisis, muchxs trabajadorxs tienen que tragar el anzuelo y conformarse con dicho esclavismo “para no morirme de hambre y de frío”, como nos comentaba un inmigrante que vendía (para “el jefe”) calcetines, calzoncillos, bisutería y c.d.'s por las calles de mi barrio. Esos empresarios camuflados ¿no sacan beneficio de esa explotación laboral a los trabajadores más excluidos y necesitados? ¿dónde y a qué manos revierte esa plusvalía absoluta?. Estamos en 2016, pero al leer varios enlaces sobre el tema me parecía oler el algodón de las explotaciones esclavistas del siglo XVIII... A.
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