martes, 1 de marzo de 2016

Juicios por la Operación Araña. Xabier O.C. cuenta su detención.

Foto. (ventana con rejas sobre rejas)
Un detenido en la Operación Araña cuenta su experiencia en los calabozos

El 28 de abril de 2014 amaneció con una megaoperación de la Guardia Civil en País Vasco, Navarra, Asturias, Catalunya y Galicia. La operación Araña I, ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, acabó con 21 personas detenidas, algunas de ellas en sus sitios de trabajo o por la calle.

Los delitos perseguidos: enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas. Con ella se abrieron las puertas a la persecución masiva en internet de este tipo de delitos.
Xabier O.C., una de las personas detenidas en la primera parte de la operación Araña, irá a juicio en la Audiencia Nacional el 3 de marzo por publicar en Facebook mensajes por el acercamiento de presos políticos. La Fiscalía pide para él dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo.

-¿Cómo fue tu detención?

Fue surrealista. Yo iba por la calle y me abordaron dos o tres guardias civiles. No se identificaron. Me llamaron por mi nombre y me pidieron la documentación y el teléfono móvil. Entonces les pregunté quiénes eran y uno de ellos me mostró un chaleco en el que ponía ‘Guardia Civil’. Enseguida me quitaron el móvil y me pidieron el número de código del teléfono y les dije que no tenía código. De hecho, empezaron a mirar el teléfono y dijeron: ¡si no
tiene internet ni nada! Mi teléfono es una mierda, de éstos de usar y tirar, y les dije que, ya para la próxima, yo qué sé, me compro un móvil mejor.
Me metieron en el coche, me llevaron a la comandancia de la Guardia Civil de Lugo, me hicieron una serie de preguntas... Me preguntaron que si iba a declarar y les dije que sí, pero básicamente les contesté a todo que no. Me dijeron que si accedía a que me tomaran una muestra de Adn, y les dije que no. Que si les daba las claves de mis cuentas, contesté que tampoco. Me bajaron al calabozo y luego vino un guardia civil en plan ‘poli bueno’ y me dijo: “Mira Xabier, tú colaboras y yo te garantizo que esta noche sales”.
Me enseñó una fotografía de un centro social de Lugo y me preguntó que qué le podía decir de ese sitio. Le dije que no sabía nada. Luego me preguntó por un par de personas de Lugo, no les dije nada. Y al final me dijo que como no le había ayudado, él tampoco me iba a poder ayudar. Luego me dijo una frase muy
curiosa que se me ha quedado siempre grabada, que fue: “Xabier, tenéis que entender que no podéis decir lo que pensáis, ni decirlo ni escribirlo, porque si hacéis eso os vamos a meter presos a todos”.
Me soltaron a las 3:30 h de la mañana, sin más. Pregunté si no me iban a dar algún papel en el que constara que había estado allí retenido y lo único que me llevé fue un sopapo. Me dijeron: “¿Quieres más?”, y les dije que no, que ya me daba por enterado. Tampoco me hicieron un reconocimiento médico, a pesar de que lo pedí.

-Entonces, tras tu detención, más que por lo que habías publicado en redes sociales, te han preguntado por gente de Lugo...

Lo que les interesaba más que nada era si accedía a entregar una muestra de Adn, a lo que me negué porque son capaces de ponerlo en dios sabe dónde, en preguntarme por tres o cuatro personas de Lugo, en fotografías de centros sociales y poco más. En sí, sobre lo que haya podido publicar, nada. Me enseñaron cuatro o cinco fotos, que sí que eran de mi muro, de la bandera
gallega con la estrella roja, de la canaria con las siete estrellas... Pero estaban más centrados en los movimientos de Lugo, en la gente, como si hubiera allí una célula terrorista.

-También hace poco acaban de suspender la actividad de Causa Galiza, también acusada de enaltecimiento.

Sí, pero eso vino mucho después. Nosotros allí en Galiza llevamos una racha de cara de carallo. Ya con lo de Resistencia Galega, el supuesto grupo terrorista que no sé quién lo conoce, porque no lo conoce nadie, sólo lo conocen ellos...

-En tu caso, ¿qué mensajes han provocado la acusación de enaltecimiento?

En mi caso es todo cuestión de Facebook, no tengo absolutamente nada en Twitter, jamás lo he usado. Básicamente, de lo que me acusan es de publicar frases sobre acercamiento de presos, ya sea de Euskal Herria o de presos gallegos. Yo me considero independentista, pero eso no creo que sea un delito.
También hay fotos compartidas, pero que no las he compartido yo, si me han etiquetado yo no tengo la culpa de que me etiqueten, tampoco puedo estar todo el día pendiente del ordenador para ver en dónde salgo.
Están yendo a por todo el mundo. Primero a por gente poco conocida, pero también tenemos el caso de Pablo Hasel, el de Def Con Dos... Están yendo a por todo el mundo. Cualquiera que levanta la voz, zas. No se puede levantar la voz.
Esto es una caza de brujas. Es una invención para justificar los medios que dedican a la lucha antiterrorista, y para quitarse de encima a la gente que molesta de alguna manera. Es una vergüenza no poder expresar libremente la opinión que tenga.
Yo no considero que haya hecho enaltecimiento del terrorismo o humillación de las víctimas. Es verdad que han salido algunos tuits duros, pero yo jamás le daría me gusta a un tuit que dijera “me alegro de que te hayas quedado sin piernas” o yo qué sé. Sí que tengo el derecho o el compromiso, porque soy así, de pedir el acercamiento de los presos políticos gallegos a mi tierra, o de los vascos, o pedir la autodeterminación de Canarias o de Galicia. Nadie me puede acusar de terrorismo por eso, o por recibir a una persona que ha cumplido veinte años de condena, ¿eso es enaltecimiento del terrorismo, recibir a una persona que ha estado veinte años encerrada?

-¿Te ha afectado en tu vida todo este proceso?

Afecta, sí. Vives en una incertidumbre, porque estás a la espera de un juicio. Llevamos año y medio, casi dos años. Y afecta en la relación con mi familia, con mi pareja. La prensa convencional no ayuda nada. Al poco de salir, La Sexta me sacó, entrevistando a los vecinos, poniéndome de terrorista. Llamaron también a mis abuelos, se presentaron en el trabajo de mi madre.
Ahora la gente te ve por la calle y se te queda mirando. Evidentemente también por el gasto económico, tienes que contratar a un abogado, lo estamos pagando con la ayuda de la familia, sólo en el billete de avión para ir a Madrid al juicio, desde donde vivo ahora en Canarias, me he gastado 200 euros. Es un gasto de carallo. Y yo tengo pareja, tres niños, tengo que pagar un alquiler, no puedo dejar a los niños solos, y oyen cosas y se preocupan.
A los pocos días de la detención, recibimos amenazas muy fuertes, sobre todo mi pareja. A través de Facebook, una cuenta con un nombre ridículo, Rodolfo Valentino Casanova o algo parecido, amenazó con violarla y matar a nuestros hijos, diciendo que estuviera calladita y que no llamara la atención. Después la cuenta la eliminaron. También para buscar trabajo o una casa ha afectado mucho. Yo estaba alquilando una casa y cuando los propietarios se enteraron a los tres días de que yo era el que había salido por la tele me pidieron que me fuera, que no me querían en el edificio, y por no montar un jaleo me fui. Se te cierran muchas puertas, te dejan muy aislado.

-Y ahora, ¿cómo afrontas el juicio?

Me piden dos años por enaltecimiento del terrorismo y ocho de inhabilitación. Que me pidan dos años me parece surrealista. Luego, aparte, tengo una condena de seis meses en suspensión por un enfrentamiento con la Policía Nacional, con un juicio muy extraño. Así que me temo que voy a entrar por esta caza de brujas que se han montado. Todos los detenidos y detenidas de la primera Operación Araña, que fuimos 21, creo que todos menos uno hasta ahora han sido condenados, a un año y medio, un año y siete meses. De hecho hubo uno que entró porque estaba igual que yo, con cosas pendientes.

-¿Has recibido apoyos?

Empecé con un comunicado en Facebook, compartiéndolo, busqué un poco en Madrid y aparecieron Madres contra la Represión, que se están portando genial, se están moviendo mogollón para difundir mi caso. Hoy me han dicho que se va a hacer una concentración, que están buscando el lugar para pedir el permiso.
Parece que no voy a estar solo por allí, lo que es de agradecer.

Dibujo M.P.M. 2013. (Una chica tiene pintada en su mano -en primer plano- la palabra "Basta")
Dos siglos de Resistencia Obrera
LA HUELGA GENERAL DE 1917 (II)

La represión de la huelga adquirió cotas de gran dureza e intensidad. Se decretó el Estado de Guerra en todo el país. A partir de ese momento todas las luchas se consideraron delitos de orden público y pasaron a depender de la jurisdicción militar. Se suspendieron los derechos de huelga, reunión, manifestación y circulación. También fueron suspendidas todas las conferencias telefónicas y telegráficas. Las ciudades más importantes fueron tomadas por el Ejército, que controlaba todas las rutas y vías férreas. Algunos sectores claves de la producción y de los servicios fueron militarizados. Ante la huelga de los tipógrafos, cajistas militares confeccionan los periódicos y los soldados del Regimiento de Ferrocarriles sustituyeron a los ferroviarios en huelga.

El Comité de Huelga entre los que se encontraba una mujer, Virginia González, fue detenido el 15 de agosto; posteriormente fueron juzgados por un tribunal militar, condenados a cadena perpetua y enviados a presidios militares.

El balance oficial fue de 80 muertos, 156 heridos, 2000 detenidos, a los que hay que añadir los despidos, las torturas y las persecuciones.

Dibujo M.P.M. 2013. (dos puños alzados esposados)
-Dibujos de M.P.M. “Arenas”.

Cartel. "Apirilak 2, Bilbo Manifestazioa Amnistia".
Convocatorias:

2 de abril, sábado. Bilbo
Manifestación pro Amnistía
Jornada de actos, conciertos...
Movimiento por la Amnistía y contra la represión.

Pantallazo. (foto de Malcolm X)
Música combativa:

Pablo Hasél – Malcolm X



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