Dibujo. (la prensa lamiéndole los zapatos al poderoso) |
"Incontrolados"
creando guerra sucia
Cartas
de denuncia:
En
los mismos días que empezasteis a publicar los carteles históricos
del SRI entre 1936-1939 me acababa de leer el libro “Los
Incontrolados -crónicas de la España salvaje 1976-1981”,
recopilación de los tres textos que dicho grupo situacionista editó
en 1976, 1977 y ya sólo como dos personajes intelectuales en
noviembre de 1981.
Sobre
el tercer escrito quiero hablaros, pues es pura basura intoxicadora
sobre el Movimiento de Resistencia Antifascista, y que su propio
autor –Miguel Amorós- elaboraba en 1981 con refritos policiales,
recortes de prensa, mentiras y mucha mala baba, y que reafirmaba y
destacaba en el prólogo de abril de 2004 en el libro coeditado por
Klinamen y B.S. Hermanos Quero.
Sí,
en pleno siglo XXI, algunos siguen con los mismos métodos que el SRI
denunciaba en sus series de carteles contra el ultraizquierdista, el
expansor de rumores y mentiras, de bulos policiales, el pesimista, el
provocador, el incontrolado creando guerra sucia.
Os
dejo con la joya citada, y con la presentación que hace de
sus propias mentiras. Sólo recordar que en ese durísimo 1981,
numerosos militantes de esas organizaciones caían asesinados,
torturados, en huelga de hambre... Ni una sola mención analítica de
clase, no vaya a ser que a su mejunje se le irían descoyuntando sus
tres patas endebles: su famita en el mundo teórico anarquista, su
título de historiador (horroroso por lo que comprobaréis), y el
pábulo que ciertas nuevas generaciones le profesan, sin siquiera
valorar que editar en 2004 un libro con esas mentiras -desmontables
una a una- es echarse tierra a sus propios ojos. A los de los
activistas anarquistas honrados me refiero.
De
su presentación, en 2004 : “Retomé las discusiones con Jaime
Semprún sobre la cuestión española, las “Reflexiones sobre la
descomposición del Estado español”, tercer y último folleto de
“Los Incontrolados”. En él destacaría el tratamiento del
terrorismo inducido por infiltrados y dobles agentes como herramienta
de grupos de poder enfrentados para dirimir sus diferencias y
desactivar de paso los rescoldos revolucionarios”.
Dibujo. (hombre con cadena y candado en boca) |
“Algunos
de estos atentados no fueron reivindicados públicamente, en
particular los del 1° de octubre (de
1975), que poco después se
los adjudica una extraña organización, los GRAPO, brazo armado de
un PCE(r),
destinada a ir pegada a la democracia como siamés. Este grupo jamás
tuvo que ver con el FRAP, salvo la coincidencia de la ideología
ultraestalinista y la jerarquización vertical, pero sus acciones son
similares. En realidad el GRAPO es el continuador de su obra,
inservible el FRAP después de las maniobras del verano del 75. El
GRAPO será utilizado por los sectores del Estado partidarios de la
modernización del franquismo para presionar a los refractarios
aferrados a las moribundas instituciones del régimen, y rehacer la
unidad del régimen alrededor del nuevo equipo gubernamental
encabezado por Suárez. La expulsión de Arias Navarro de la jefatura
del Estado no es más que el debut de una maniobra que se anuncia con
la explosión de 28 bombas en cinco capitales diferentes el 18 de
julio de 1976, y que culminará con los raptos de José María de
Oriol y Urquijo, el 11 de diciembre, dos días antes del referéndum
de la Reforma, y del teniente general Agustín Villaescusa, el 24 de
enero de 1977. La acción apuntaba a desembarazar de obstáculos la
Reforma; uno era banquero y prominente miembro del Consejo del Reino,
partidario de un régimen autoritario y financiero de la provocación
de Montejurra, el otro presidente del Consejo Supremo de Justicia
Militar y enemigo de la amnistía política; ambos tenían que
convencer a las más altas instancias económicas y militares
disconformes, y ceder ellos mismos en sus pretensiones, gracias
a lo cual no fueron liquidados. Desde su secuestro, escribieron tres
cartas dando su posición final obligada, que El País publicó el 5
de febrero. En una, Oriol escribe a su mujer: «Resulta que cuando yo
no quise en ningún momento entorpecer el proceso de democratización
que lleva el gobierno, y en el que le deseo acierto y éxito, como lo
hice constar por escrito y vosotros sabéis,
me he convertido en piedra de escándalo, en estorbo (...). Pero yo
no sé qué evolución va a tener esto». En una segunda carta,
dirigida a Suárez, se pronuncia por la amnistía total sin
aplazamientos, dando prisas al gobierno para su decreto. Por su parte
Villaescusa le dirá a Gutiérrez Mellado: «si pensáis en el
Gobierno dar la amnistía, creo que lo mejor es darla cuanto antes o
manifestar que vais a darla y todo ello para evitar más
complicaciones». Por su parte, la legalización del PCE, inscrita en
los hechos, no ocurrió sin problemas. Los que habían perdido en el
asunto exigieron garantías suplementarias de la docilidad del PCE y
éste tuvo que pasar su examen de Estado, soportando estoicamente el
asesinato de los cinco abogados laboralistas de Atocha por la mafia
vertical del transporte, dirigida por García Carros, y no
insistiendo en el precio de su legalidad. Aunque sabían quién
ordenó realmente el atentado, no mostraron interés en el
esclarecimiento de los hechos. Lo menos que podemos decir es que
tuvieron razón en ser rastreros, contentándose con los magros
resultados del juicio, y taimados sacrificando sin pestañear a cinco
de los suyos, pues justamente en virtud de tales cualidades la
burguesía les emplea.
La
manera con que se efectuó la «operación cromo», es a grandes
trazos la siguiente: en el verano del 76, después de las explosiones
de las bombas, el habitual «servicio brillante» de la policía
detuvo a 21 grapos, entre ellos a varios jefes, mientras que por otro
lado se les infiltraba el policía González Pacheco «Billy el
Niño». Durante los secuestros, el comisario Conesa, ex-jefe de la
BPS, y relacionado con las investigaciones de los atentados de la
cafetería Rolando, de Carrero y del FRAP, se entrevistó con uno de
los jefes detenidos, Delgado de Codex. Miembros del GRAPO denunciaron
el pacto que tuvo como fin la liberación de los rehenes, el 11 de
febrero de 1977. La amnistía veraniega puso en libertad a muchos
grapos, incluido Delgado de Codex, «por equivocación» del juez
Chaparro, el mismo que liberó al fascista Lerdo de Tejada también
«por equivocación», uno de los asesinos de Atocha.
"Miente, que algo queda" |
La
segunda parte de la operación fue la cobertura de las pistas. Con
esa excusa la desaparecida BPS volvió a aparecer a las órdenes de
Conesa como «Brigada Operativa» y más tarde como Brigada Central
de Información. El 11 de mayo de 1979, cuando llegó el juicio de
los secuestros, en el que una vez más se contradijeron en sus
declaraciones Oriol y Villaescusa, ningún testigo pudo presentarse:
Delgado de Codex había sido abatido por los policías que fueron a
detenerle, el entonces director general de Seguridad, Emilio
Gutiérrez Román, agonizaba víctima de un atentado precisamente del
GRAPO, a Conesa le sobrevenía un oportuno infarto y el policía
Billy el Niño estaba dispensado de asistir por el ministro Martín
Villa, que poco después fue cesado. El magistrado Cruz Cuenca,
primer investigador de los secuestros había sido liquidado
aparentemente por el GRAPO, y un mes después del juicio eran
eliminados, en París, en extrañas circunstancias, el fundador del
GRAPO Martín Eizaguirre, y el tesorero Aurelio Fernández Cario, a
cuyo cargo estaba la cuenta bancaria suiza donde se vertió el dinero
pagado al GRAPO por su colaboración en los secuestros. Jamás se
dijo en el Parlamento ni una palabra de todas estas muertes, ni de
los secuestros, ni de la ausencia de testigos en el juicio, ni de la
coincidencia de los golpes del GRAPO con los apuros políticos del
Gobierno o con la proximidad de una convocatoria electoral. Los
políticos no tienen interés en desenredarnos la madeja terrorista.
Primero porque por su parte se aprovechan de ella como velo de sus
concusiones con el poder, segundo porque en el fondo no están en
desacuerdo con unos métodos que de haberlos necesitado no hubieran
dudado en emplearlos, caso de haberse visto en el poder, ¿o es que
se han olvidado las checas y los cadáveres de Nin, Berneri, Antonio
Martín y tantos otros? Tercero y último porque en tanto que leales
servidores nunca plantean a sus jefes cuestiones que éstos no desean
responder. El detalle final de la operación fue la cárcel de
Zamora, en donde «se recibieron órdenes superiores para
flexibilizar el reglamento con los grapos», como dice un carcelero a
Cambio 16 (6-1-80), justo lo necesario para facilitar la fuga de los
jefes restantes del GRAPO, el 17 de diciembre de 1979, dos de los
cuales sucumbirían luego a las balas de la policía. Se comprende
que un diario tan cuidadoso en no comprometerse imprudentemente con
la verdad como El País, se viera obligado a confesar que «todos los
esfuerzos oficiales para convencer a la opinión pública de que los
GRAPO eran sólo, en efecto, un grupo terrorista de extrema izquierda
exento de la siniestra manipulación que algunos servicios de
información paralelos se empeñan en instrumentar en este país, han
resultado baldíos -quizás irrazonable e injustamente-, pero en
cualquier caso, baldíos, sin duda» (19-12-79). A la vez que la
prensa tiene que dar a entender lo que todo el mundo sabe, aunque
envolviéndolo con precauciones jesuíticas, mantiene la ficción de
una manipulación «paralela», que se desarrolla al lado del Estado
sin implicarle en nada. No tardaría mucho en comprobarse que la
democracia no existía sino gracias a estas manipulaciones, y que los
servicios que las llevaban a cabo no eran dirigidos desde algún
punto oscuro del Estado sino desde su centro. Sin embargo no eran
pruebas las que faltaban; al contrario, a cada asunto éstas se
acumulaban. El GRAPO fue utilizado para establecer relaciones con los
servicios argelinos, y precisamente a través de dos policías
infiltrados, Antonio González Pérez y José Luis Espinosa,
conocidos por anteriores provocaciones en medios sindicales. Y
también para combatir la reforma penitenciaria. La muerte de Haddad
y el atentado fallido a García Valdés, responsables de una reforma
desenmascarada en su día por cientos de motines han servido para
llevarla a una vía muerta a ser sustituida por el rigor represivo de
Segovia y Herrera de la Mancha. Puesto que en un período turbulento,
es indispensable a un poder que no quiere pasar por ciertas reformas,
la eliminación o disuasión de quienes se han comprometido en ellas,
reformas que no pueden rechazarse públicamente pero que no es capaz
de afrontar, porque no puede o porque las teme.”.
Cartel "Xerrada sobre les preses polítiques i l'amnistia". |
Convocatorias:
Charla
sobre los presos políticos y la Amnistía
Sábado
12. 18.00
Granollers.
Anònims
-Procesados
por la Operación Pandora
-Rescat
-Adrià
i Franz (can Vies)
-Pablo
Hasél
Organiza:
Vallès Oriental Antifeixistes
"Hoy con Otegi, pero quedan muchxs más ¡Libertad presxs políticxs!. (imágenes Otegi y pegatina "Libertad para los presos políticos" con banderas vasca, catalana, galega y Popular) |
Muro
Solidario:
-Difusión
realizada por Red Roja.
3 comentarios:
Y es una basura de texto, porque...
Una pregunta, Isabel Santamaría Aparicio es la misma Isabel Aparicio exterminada en la carceles del Estado español?
No, es un nombre homenaje juntando los de varias caídas en la lucha
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