Evidentemente y por dignidad sus familiares se han negado, dejando pues al preso sin visita. La locura represiva española no conoce límites.
La política de cacheos y trato vejatorio a los familiares que tratan de imponer para condicionar las visitas a los presos políticos ha marcado una nueva cota cuando se los funcionarios de Valencia II han querido cachear a un bebé de 21 meses.
Los familiares y allegados de Jon Urretabizkaia y Xabier Tximeno han sido apartados cuando se disponían a entrar a verles. Los funcionarios han condicionado las visitas a que se sometieran a cacheos, según han relatado.
Entre las personas que querían cachear se encuentra un bebé de 21 meses, el hijo de Tximeno. Los familiares se han negado y los funcionarios, hasta ocho con el jefe de servicio a la cabeza, les han subrayado que "sin cacheo no hay visita".
Los carceleros españoles, parece ser que gozan de impunidad para realizar todo tipo de tratos vejatorios a l@s familiares de l@s pres@s, impunidad que le ha sido otorgada por el PP-PSOE, pero que goza del silencio cómplice de PNV-IU y el resto de partidos “demócratas”. Esta locura represiva, parece ser que no conoce límites y ha llegado a este extremo...tratar de cachear a un bebe de tan solo 21 meses.
Curiosa forma, la de sembrar “talante” tratando a un simple bebe de 21 meses, como si se tratase de un delincuente armado y peligroso, al estilo de los de….”Falange y Tradición”
Curiosa forma, la de sembrar “talante” tratando a un simple bebe de 21 meses, como si se tratase de un delincuente armado y peligroso, al estilo de los de….”Falange y Tradición”
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