La tortura en las cárceles españolas (FIES)
México
CHIAPAS:
Radio Ciudadana
991
Frecuencia Libre
18
años de rebeldía y resistencia:
Cartas
de lectorxs:
NO
HABRÁ PAZ… PARA LOS DESARRAPADOS
Viendo
las últimas cargas policiales, tanto las más recientes en Valencia
como las sucedidas en estaciones de metro de Madrid o en diversas
concentraciones espontáneas, entiendo todo aquello que se dice
acerca de la resistencia de los capitalistas a perder el poder. El
miedo a perderlo todo empuja a la oligarquía a sembrar el terror
entre los obreros que salen a la calle a protestar, por lo menos,
para no perder los pocos derechos que tenían hasta ahora.
Y
es esa la única respuesta que cabía esperar de un régimen que se
encuentra sin más opciones que contener a las masas a base de palos.
Se acabaron las reformas. Ya no hay medidas reformistas que detengan
el colapso. Mientras tanto, a las numerosas protestas que se vienen
dando, y que se irán intensificando, la respuesta seguirá siendo la
represión.
Vamos,
lo normal. Apaleados, detenidos y procesados.
Pensándolo
bien, es lo que tiene que suceder, y no es que me alegre; es que
inevitablemente tiene que ser así. Por las buenas los banqueros no
nos van a devolver lo que durante años nos han robado, ni por las
buenas el régimen nos va a devolver lo que nos arrebató tras más
de 3 años de guerra y otros 70 de dictadura.
La
lucha está planteada contra todos ellos pero también contra toda
esa falsa izquierda que pretende hacernos creer que a base de
reformas y de luchas pacíficas llegaremos al socialismo, para que
acto seguido, cuando los fascistas saquen a sus perros a la calle,
nos digan que al fascismo no se le puede vencer; o nos recuerden lo
malo que es una guerra civil.
¡Pues
no! Hay que hablar claro. Ésta vez será mucho más cruenta que las
anteriores, precisamente porque saben lo que les espera. Con la misma
saña se defendieron los esclavistas cuando les llegaba su fin,
después los feudales y de la misma forma están volviendo a actuar
los capitalistas.
En
definitiva, recortes, precariedad, miseria... ¡y palos! es lo que
nos espera. ¿Hasta cuando? No se puede precisar, pero lo cierto, es
que aquí va a pasar algo…
Sergio
Guevara
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