Poster María Jesús Romero Vega. |
TORTURAS
GARZÓN
y las torturas
María
Jesús Romero Vega.
Detenida
el 26 de octubre de 1990. “-Antes de la llegar a la DGS-, ya me tiraron al suelo y me
clavaron las esposas en las muñecas, entre golpes y tirones de pelo
me cachearon entre 10 y 15 policías de paisano. Sin dejar de
insultarme y de pegarme, me hicieron el primer interrogatorio”.
Al entrar en la DGS “se sucedían los
golpes en la cabeza con guías de teléfono y pistolas enfundadas. Y
muchas bofetadas en los oídos, lo que me ocasionó durante algún
tiempo sordera y pitidos insistentes en los tímpanos. (…)
Pretendían registrarme con nombre falso, incluso que firmara con esa
falsa identidad el recibo de mis objetos personales. Me negué, pues
significaba dejarles con las manos libres para hacer conmigo lo que
quisieran. Como me negué a aquel paripé, se liaron a golpes y
patadas conmigo. Me dieron en la mandíbula, y noté cómo se
quebraba esa articulación y que, a partir de ahí, apenas podía
abrir la boca”. “Cuando se
cansaba un grupo de policías, pasaban a relevarle otro. (…) Un
momento especialmente duro fue cuando me amenazaron con detener a mi
hija “decían que la iban a meter en un orfanato”. Más golpes e
interrogatorios, y perdí la noción del tiempo, pues no me dejaron
dormir ni descansar. Además en el calabozo había siempre un intenso
foco encendido y se escuchaba un fuerte ruido de motor”.
“Antes
de llevarme al juez me dieron un tratamiento intensivo de pomadas
para que las pruebas de los malos tratos no fueran tan evidentes.
Pero fue infructuoso porque, después de cinco días en sus manos, mi
cara estaba totalmente desfigurada. Ellos me decían que daba igual
que denunciara tortura o no porque, según sus propias palabras “el
juez está con nosotros”. “Tras 13 horas en los calabozos de la
Audiencia Nacional, declaré ante Garzón con abogada de oficia, una
letrada que evitó mirarme al darse cuenta del lamentable estado en
que me encontraba. Al juez le narré todas las torturas de que había
sido objeto, pero no pareció inmutarse”.
A
los pocos días de su ingreso en prisión, su abogada Paca Villalba
dirigió un escrito a Garzón donde se hacía constar la lesión en
la mandíbula de María Jesús. Y Villalba apuntaba a Garzón en
aquel escrito “No solo se me impide el
acceso al sumario, sino a la libre comunicación con mis defendidas a
fin de no poder denunciar las torturas de que han sido objeto”.
En
Otro escrito al Colegio de Abogados de Madrid, pedía “abrir
expediente a los letrados de turno, por si fuera constitutivo de una
dejación de deberes profesionales”, pues
su no denuncia de las muestras de torturas que habían podido
observar había impedido solicitar el habeas corpus a requerimiento
de sus familiares.
TORTURAS
IMPUNES.
Dibujo. Tortura conocida como "la barra". |
MARÍA
JESÚS. Andaluza, 53 años de edad,
de una familia humilde y campesina.
Tiene
una
hija.
Solidaria
anti-OTAN, procedía del movimiento jornalero. En
1985 ingresa en los GRAPO. Es detenida en octubre de 1990. Ha
desarrollado numerosas huelgas de hambre por la brutal situación en
las cárceles españolas, ha recorrido media docena de prisiones
(ahora se encuentra en la de Huelva).
Lleva
en prisión 23 años, tenía
que haber sido excarcelada en 2010, pero con la doctrina Parot
quieren tenerla presa hasta
2020. En
una campaña-farsa, se le intentó presentar como acogida al plan
Nanclares, cosa que ella negó y dejó muy claro en una carta
pública.
Despacho asaltado, destrozado y con proclamas nazis. |
http://comitedesolidariedade.wordpress.com/2013/11/06/asaltan-o-despacho-do-avogado-vigues-gustavo-garcia/
Postal hecha en prisión. "Amnistía". (dibujo, mujer entre rejas) |
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