Agravio Comparativo: los terroristas fascistas, casi de rositas

El Juzgado mantiene ocultas las imputaciones a Falange y Tradición

Una semana después de que se decretara el encarcelamiento de tres miembros del grupo Falange y Tradición, la juez sigue manteniendo en secreto el auto de prisión, lo que impide conocer qué ataques concretos se les achacan. Afectados por este tipo de acciones terroristas subrayaron la indefensión que provoca esta medida. Desde la Audiencia de Pamplona han argumentado que la decisión judicial busca preservar la identidad de las víctimas. ¡¡Ya!!
El lunes de la pasada semana, el Juzgado de Instrucción de Iruñea que investiga las acciones del grupo terrorista ultra Falange y Tradición decidió encarcelar a tres de sus miembros y poner en libertad bajo fianza a dos más. Es norma habitual que en este tipo de casos los autos de prisión se hagan públicos de modo inmediato, lo que posibilita conocer el detalle de las imputaciones del juez. Así ocurre de modo sistemático, por ejemplo, con los detenidos que pasan por la Audiencia Nacional. En estos casos los autos se hacen públicos en pocos minutos, de modo que aparecen colgados en las ediciones digitales de los periódicos de forma casi inmediata.

Sin embargo, en esta ocasión no ha sido así. Transcurrida ya una semana desde que se produjeron los encarcelamientos, el auto de prisión sigue en secreto, lo que impide conocer el detalle de las imputaciones.

Esta situación fue denunciada en rueda de prensa por personas que han padecido este tipo de ataques fascistas u otros que siguen sin esclarecerse. A la espera del auto, ni siquiera saben por tanto si las agresiones que han sufrido tienen alguna relación con ese grupo terrorista.

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«Por las víctimas»

La Audiencia de Nafarroa indicó que el auto seguirá secreto por ahora y que la instructora toma la decisión para preservar la identidad de las víctimas de las acciones investigadas.
Tanto esta decisión como el hecho de que se dictaran cinco encarcelamientos -dos de ellos eludibles con fianza- deja abiertas varias opciones. Por ejemplo, que las acciones imputadas sean más aún que las reivindicadas con Falange y Tradición en su nota, ya que en éstas se referían a acciones cuyas víctimas ya están plenamente determinadas y son de conocimiento público. Es el caso de Sonia Polo, la txupinera de Bilbo que recibió una amenaza de muerte con una bala, o del concejal de NaBai en Antsoain Koldo Pla, que recibió también una carta con amenazas de muerte.

El silencio impuesto sobre el caso impide conocer, por ejemplo, si los encarcelados de Falange y Tradición fueron los responsables del intento de incendio del caserío de la familia Goikoetxea en Getxo. Cabe recordar que tras las detenciones, en unas declaraciones efectuadas desde Luxemburgo, el ministro de Interior español remarcó que las acciones de este grupo fascista iban dirigidas “contra miembros de la izquierda abertzale”.

Denuncias archivadas

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Paradójicamente, varias víctimas de estas acciones habían presentado denuncias en su día y la mayor parte de ellas fueron archivadas «por falta de pruebas». Así lo reveló Fran Balda, concejal de la izquierda abertzale en Arbizu. En aquella localidad aparecieron numerosas pintadas fascistas que han sido reivindicadas ahora por Falange y Tradición. Así las cosas, ahora se tratará de recuperar todas esas denuncias e impulsar personaciones como acusación particular que permitan, a su vez, conocer los entresijos del sumario.

Dani Saralegi, conocido miembro de Gora Iruñea! que fue retenido por policías en la capital navarra hace unos meses, y Alain Berastegi, que fue secuestrado y golpeado en un zona de monte de Irunberri bajo amenazas para que colaborara con las FSE. Explicaron que «el desconocimiento de las imputaciones imposibilita realizar una valoración profunda».
Recordaron, en concreto, que «quedan ataques que Falange y Tradición no ha asumido», y como caso más escalofriante citaron el de la desaparición y posible muerte de Jon Anza. Otro de los comparecientes que ha sufrido varios episodios de guerra sucia en los últimos años, el baztandarra Sotero Etxandi, concluyó que hay un nexo entre todo: «El diseño del Estado está claramente evidenciado». Se dirigió además a los medios para pedirles que «dentro de la ética profesional, se dé la importancia que tienen a estas acciones, y no sean tratadas como actos vandálicos o actos aislados, sino como lo que han supuesto en la historia de Euskal Herria».

Diferencia de trato

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Estas víctimas remarcaron otras diferencias. Por ejemplo, «no se han difundido nombres, sólo iniciales; no han aparecido sus fotos en ningún medio; no ha habido fotos del material incautado; y a pesar de la gravedad de los actos que se les imputan a los detenidos, dos de ellos han quedado en libertad».

Añadieron que Rubalcaba restó importancia a los hechos al hablar de «actividades e incidentes». «No se han considerado como `terrorismo' cuando en Euskal Herria colocar un cartel es motivo ya para la aplicación de la Ley Antiterrorista o dibujar una caricatura de un preso en una pancarta de peñas provoca que tengas que declarar en la Audiencia Nacional».

Vuelven a quemar las banderas de la «herriko» de Hondarribia

Las detenciones de cinco fascistas no han evitado que sigan produciéndose ataques de este tipo, con los símbolos vascos o las referencias antifranquistas como objetivo prioritario. Desde Hondarribia, ayer se denunció que han vuelto a ser quemadas la ikurriña y la banderola por los presos que ondean en el exterior de la «herriko taberna». En la zona ya se han producido otros ataques fascistas, en puntos como Irun u Oiartzun. Y además, este sabotaje a la «herriko taberna» se produce en un contexto en que el Gobierno de Lakua ha lanzado una amenaza directa contra estos locales al afirmar que ha preguntado a la Audiencia Nacional por ellos.

Otras acciones anteriores al comunicado de Falange y Tradición siguen sin esclarecerse. Es el caso de la exhibición fascista en el monte Ioar, donde se pintaron lemas y se insultó a montañeros. Participaron unas diez personas. Pese a ello, Rubalcaba dio por desarticulado el grupo ultra con las detenciones.

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Secretario del Ayuntamiento de Xulapain

Uno de los tres encarcelados, Javier López Monreal, es secretario en el Ayuntamiento navarro de Xulapain (Juslapeña).
Desde dicho ayuntamiento, apelan a la «responsabilidad» que tienen como institución, dado que el secretario tiene acceso a informaciones de ciudadanos de estos pueblos tan sensibles como el padrón y el catastro. López Monreal, detenido en Orkoien, salió de su domicilio con un pin del Frente Nacional. Se había presentado a las elecciones de 2004 por la formación ultraderechista España 2000. Aunque se desconoce la acusación concreta, uno de los ataques reivindicados por Falange y Tradición se produjo en Orkoien y afectó entre otras cosas al coche de un trabajador municipal.

López Monreal, de 41 años, ya ha ejerció como secretario en Pitillas y Beire. Además, fue asesor jurídico letrado del Ayuntamiento de Tafalla, donde estuvo vinculado al proyecto de la Ciudad Deportiva Miguel Indurain y a la Mancomunidad de Mairaga.A.I. Xulapain aúna a los concejos de Aristregi, Beorburu, Garziriain, Larrayoz, Markalain, Navaz, Nuin, Ollakarizketa, Osakar, Osinaga y Unzu, Belzunce y Usi.

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Terroristas fascistas en libertad por 6.000 €

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Haciendo duro agravio comparativo con los antifascistas presos por pegar carteles, se encuentra el que dos de los fascistas estén en libertad bajo fianza de 6.000 euros por cabeza: Fermín Domingo Turrillas y David Murillo, vecinos de Barañain de 19 y 21 años.

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Información: GARA